Protesta germana contra la censura de la FIFA
La selección de Hansi Flick mostró su enfado por no poder lucir el brazalete ‘One Love’ con una acción reivindicativa, mientras la ministra del Interior germana, Nancy Faeser, se sentó junto a Gianni Infantino en el palco con el símbolo. A ella no podían enseñarle la tarjeta amarilla.
Alemania perdió ayer contra Japón, pero ganó ante el mundo. No, Manuel Neuer finalmente no saltó al Estadio Khalifa con el brazalete LGTBI en el brazo. Sin embargo, la selección alemana mandó un mensaje claro posando en la foto oficial con todos los jugadores llevándose la mano a la boca, denunciando la censura aplicada por la FIFA en contra del brazalete de One Love.
Un gesto amplificado por la ministra del Interior del país, la socialdemócrata Nancy Faeser, que se sentó en el palco junto al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y lo hizo con el brazalete en su brazo derecho. A ella no le podían sacar tarjeta amarilla.
Esa era la amenaza que pendía sobre los jugadores que quisieran sumarse a la defensa de los derechos de las personas LGTBI. Un «chantaje» de la FIFA según la propia Federación Alemana, que provocó que Neuer saliera al terreno de juego con la enseña oficial de FIFA, la de No Discrimination, aunque convenientemente oculta bajo su manga, reducida a la mínima expresión.
Fue llamativo el gesto de uno de los asistentes del partido al comienzo del mismo. Se acercó a comprobar el estado de las redes de las porterías, como es preceptivo, y aprovechó para cerciorarse de que Neuer no llevaba el brazalete de One Love. Tenía instrucciones de la FIFA de controlarlo.
En su lugar, como manera de escenificar la censura de FIFA, en connivencia con la dictadura de Catar, los 11 titulares de Hansi Flick posaron para la foto oficial del partido llevándose la mano a la boca, como gesto reivindicativo de que su libertad de expresión había sido cercenada.
El acuerdo inicial
En septiembre las federaciones de Países Bajos, Inglaterra, Gales, Bélgica, Suiza, Alemania y Dinamarca comunicaron formalmente a FIFA su deseo de vestir el brazalete arcoíris en defensa de los derechos de las personas LGTBI.
Durante dos largos meses, Infantino no ofreció respuesta alguna. Esperó hasta el lunes para hacerlo, advirtiendo sobre su expresa prohibición y su castigo con tarjeta amarilla. El capitán inglés, Harry Kane, iba a ser quien abriera la veda frente a Irán, pero la amenaza disciplinaria hizo cambiar de opinión a Inglaterra, que no quería exponer a su futbolista y al equipo, dado el peligro de expulsión que conlleva arrancar el partido con una amarilla. Selecciones como Dinamarca, Países Bajos, Gales y Alemania tomaron la misma determinación. Lo mismo harán Bélgica y Suiza.
Manuel Neuer y Alemania optaron por no exponerse a una sanción, pero mostrándole al mundo que habían sido víctimas de la censura, en un asunto que seguirá escribiendo capítulos. El capitán belga, Jan Vertonghen, dijo que temía decir nada del tema, por miedo a sufrir represalias de la FIFA.
«Es una pena que ya no podamos defender los derechos humanos. El brazalete es un signo de diversidad», dijo el seleccionador alemán, Hansi Flick. Medios alemanes aseguran que la federación germana se plantea elevar el asunto al Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS).
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Un árbitro asistente comprobó que el meta Neuer no lucía ningún símbolo LGTBI