El Periódico - Castellano

El músico de Osona que viajó a América tras el ‘bigfoot’

Roger Usart, cantautor folk-rock de Manlleu, prepara el proyecto ‘El cau del sasquatch’, libro documental sobre la criatura mítica que habita en los frondosos bosques de Norteaméri­ca a partir del relato de testigos y expertos.

- JULIÁN GARCÍA

Más conocido por la cultura popular como bigfoot, el sasquatch es, o sería, un primate de más de dos metros de altura y corpulenci­a intimidant­e que vive en los remotos bosques del oeste de Norteaméri­ca. Criatura mítica emparentad­a con el yeti del Himalaya, el yowie australian­o, el

hibagon japonés y el baxajaun vasco-navarro, el sasquatch ha intentado mantenerse alejado del ojo del ser humano durante miles de años, aunque no siempre lo ha conseguido, pues menudean los testimonio­s de presuntos avistamien­tos y los hallazgos de enormes huellas de pisadas. Atraído desde niño por los fenómenos raros y las criaturas legendaria­s, el músico folk-rock Roger Usart (Manlleu, 1977) se ha embarcado en la quimérica aventura de encontrar al sasquatch, o al menos de entender el mito ancestral que le envuelve. Tras un mes de visitas sobre el terreno y numerosas entrevista­s con testigos y expertos, dispone de abundante material para el fascinante proyecto que le ocupará durante el próximo año, El cau del

sasquatch, un libro documental sobre la gran criatura de los bosques.

El cantautor ‘osonenc’, apasionado de la música de raíz americana, inició la aventura del sasquatch en el verano de 2019. En compañía de su pareja, visitó la frondosa península montañosa de Olympia, en el estado de Washington, donde la figura del bigfoot es algo omnipresen­te: estatuas, carteles, iconografí­a diversa sobre el gigante peludo. «Un día le dije a la chica del hotel en plan de coña: ‘A ver si mañana me encuentro un bicho de estos’. Pensé que me seguiría la broma, pero me respondió muy seria: ‘Es difícil que lo podáis ver, pero quizá estéis de suerte’. Y me explicó que su marido, un día que fue a pescar, tuvo que salir por piernas porque algo le empezó a tirar piedras desde detrás de los árboles», relata el músico.

Atávica forma de vida

Al día siguiente, él y su pareja visitaron Forks, pequeño pueblo maderero de Washington que se hizo famoso porque se rodó parte de la saga Crepúsculo. «Fuimos a la librería local a ver si había algún libro sobre el bigfoot. ¡Había una sección entera!». Estupefact­o, compró dos libros. La chica de la librería le preguntó: «¿Tú crees en el bigfoot?». El músico le respondió: «Todavía no. De momento solo tengo curiosidad. ¿Y tú? ¿Tú crees?», inquirió a la librera. «Yo no creo, porque eso es cuestión de fe. Yo sé que es de verdad. Si vivieses aquí, tú también lo sabrías».

Usart, amigo de lo weird desde sus ávidas lecturas de infancia de la revista Más allá, empezó a volcarse en el tema. Buscó informació­n y comprobó que el sasquatch era una atávica forma de vida y de espíritu, de anclaje con la tierra y la tradición indígena. «Pensé que serían cuatro frikis, pero no. El sasquatch es una obviedad para la mayoría de la gente: muchos tienen alguna historia que explicar relacionad­a con familiares o incluso vivencias en primera persona. Es algo que trasciende al folclore». Ahí germinó la idea de hacer algo sobre la criatura.

Y tras el año en que el mundo paró por la pandemia, Usart decidió embarcarse con una cámara Panasonic GH5 II y viajar, en septiembre de 2022, a la cuna del sasquatch. «Pedí un mes de permiso en la escuela de Manlleu donde soy maestro y me fui para allí a entrevista­r a gente con la que ya había contactado a distancia», relata. Había testigos de posibles avistamien­tos, gente curiosa como el indómito buscador de sasquatch Scott Violette, propietari­o en Baker City (Oregon) de una alucinante pick-up roja «que parecía el coche de los Cazafantas­mas, dotada de cámaras de infrarrojo­s, de micrófonos. Una bestialida­d». Pero también gente de ciencia, como Jeff Meldrum, profesor de Anatomía de la State University de Pocatello (Idaho), propietari­o de una fantástica colección de huellas asociadas al bigfoot. En cualquier caso, de su excursión de miles de kilómetros por el universo mágico del

sasquatch, Usart recuerda aún con un brillo en los ojos su visita a la localizaci­ón exacta donde se filmó el vídeo más famoso vinculado a la criatura, aquella mítica película casera de 59,5 segundos grabada por el vaquero Roger Patterson en compañía de su amigo Bob Gimlin en Bluff Creek (California) el 20 de octubre de 1967, y que para los intrépidos buscadores del bigfoot es la mejor prueba de su existencia.

Escéptico, pero no hermético

«Algunos lo consideran como posible descendien­te del Gigantopit­hecus, un primate homínido que habitó en Asia a finales del Pleistocen­o, y que habría pasado a América del Norte a través del estrecho de Bering. Pero soy escéptico. Si realmente existiera una criatura de estas dimensione­s, tendríamos más que algunas huellas o imágenes borrosas. Aun así, mantengo una puerta abierta. Pienso que es algo no imposible», afirma Usart, para quien la magia de esta historia radica menos en la criatura y más en la gente que está convencida de su existencia: «Su pasión y su convencimi­ento… Estas personas son reales y más fascinante­s que la propia leyenda. El documental va dedicado a ellas».

En un principio, la idea era hacer algo audiovisua­l, pero la falta de medios técnicos le inclinó a escribir un libro con códigos QR que conduzcan a los vídeos de las entrevista­s que grabó en la cuna del sasquatch. Como aperitivo, colgó en Youtube hace pocos días un precioso teaser-tráiler de su proyecto. «Ha quedado bonito. Ahora el trabajo será dar forma literaria a todo y encontrar editor», comenta el cantautor ‘manlleuenc’, quien, quizá lo recuerden, alcanzó popularida­d en el arranque de 2019 cuando lanzó un reto musical a través de Twitter que se hizo viral: que la gente hiciera versiones de una canción inventada por una niña de 3 años de su escuela llamada Greta, El pirata és el meu

amic. «Llegó a tener hasta su gag en

Polònia», recuerda sonriente. Además de haber grabado tres discos en solitario, el último de ellos, Llamp de bosc, en 2020 («en pleno covid, una desgracia»), es integrante de Riders Of The Canyon, supergrupo paralelo de la cantautora Joana Serrat. «Una de nuestras canciones suena en el teaser-tráiler de El cau del sasquatch», señala. Una canción, como su música, de esencia americana, que casa a la perfección con ese mundo forestal, legendario y recóndito del sasquatch.

«Si realmente existiera un ser de estas dimensione­s, tendríamos más que huellas», afirma

«La gente que está convencida de su existencia es más fascinante que la leyenda», subraya

 ?? Twitter ?? Roger Usart posa junto a una estatua que representa a un ‘bigfoot’ o ‘sasquatch’.
Twitter Roger Usart posa junto a una estatua que representa a un ‘bigfoot’ o ‘sasquatch’.

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