«Él nos mira desde arriba y nos acompaña aquí en Catar»
Este viernes se cumple el segundo aniversario de la muerte del ‘Pelusa’, que recibirá homenajes en Doha por parte de los miles de argentinos que se han desplazado hasta el Mundial. La hinchada albiceleste es la más numerosa, con mucha diferencia, en el ca
Entre Buenos Aires y Doha hay una distancia de alrededor de 13.300 kilómetros, prácticamente medio planeta. De las 32 selecciones presentes en el Mundial, solo Ecuador, Costa Rica y México tienen más lejos de Catar la capital de su país. Sin embargo, no hay en las calles catarís hinchada más numerosa que la albiceleste. Abundan por todas las esquinas las camisetas con el 10 de Leo Messi, pero rivaliza con alguien a quien jamás podrá vencer: Diego Armando Maradona.
Este viernes se cumplen dos años de la muerte del Pelusa, un suceso que conmocionó a todo el país el 25 de noviembre de 2020. No por anunciada mil veces impactó menos la noticia en una Argentina en la que Maradona hace tiempo que rebasó la categoría de dios. Si hay que ubicar en el tiempo esa trasmutación, sin duda fue en el Mundial de 1986, el segundo entorchado de la albiceleste.
Ahora, Argentina busca su tercer Mundial y en cierta manera se sigue agarrando a la mayor certeza de su historia futbolística. «Él sigue presente, porque está en nuestros cantitos, en nuestra memoria, incluso en las estaciones del metro que vi en Catar. Si me puedo poner un poquito místico, creo que él nos mira desde arriba, nos acompaña y su presencia nos llena en este Mundial»,
relata al borde de la lágrima Pablo, un aficionado de Buenos Aires camino del estadio Lusail, en el que Argentina jugó (y perdió) su primer partido contra Arabia Saudí.
Maradona está tan presente que incluso la federación argentina, la AFA, ha impulsado una Maradona Fan Fest, ubicada en el aeropuerto internacional de Catar, pues la joya de la exposición es el avión Tango D10S. «Todo lo que se haga en honor al Diego será poco. Nunca nadie nos ha hecho tan felices. Su fuerza ayudará a Messi y los demás a remontar y traerse la copa de Argentina. No tenemos dudas, ¿verdad Diego?», dice un día después de la derrota ante los saudís una rosarina llamada Martina, dirigiéndose hacia su hijo de 10 años, cuyo nombre rinde tributo al mito.
David no es argentino, sino colombiano. Pero como si lo fuera. Ataviado con una camiseta del Nápoles en los tiempos de Maradona, se emociona a las puertas del estadio Lusail: «El día que murió lloré y me di cuenta que la anterior vez que había llorado había sido por la muerte de mi abuela. Así era el amor que me hacía sentir Maradona. Estar hoy aquí es una reivindicación a ese sentimiento».
«Maradona es dios»
Tampoco Joaquín es capaz de reprimir la emoción al recordar a Maradona. De Buenos Aires, youtuber, tiene 26 años, jamás le vio jugar, pero lleva una camiseta de Argentina en la que el escudo de la AFA ha sido sustituido por una silueta suya. «Lo sentía como un amigo, como un hermano. Tenía algo, una rebeldía argentina que me emocionaba. Cuando dijeron que murió, pensé que era mentira, le habían matado tantas veces... ».
Un personaje, no obstante, con innumerables sombras (denuncias de violencia de género, abuso de drogas y alcohol, compañías nada recomendables...) de las que casi ningún argentino, y menos con la efeméride tan cerca, quiere hablar. «Ché, ¿pero qué decís? Maradona es dios. ¡Y dios es perfecto, no tiene taras!». Pues eso. Quizá otro día.
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La federación argentina impulsa una Maradona Fan Fest en el aeropuerto de Catar