El Periódico - Castellano

El junquerism­o es rencor

-

No habrá reforma del delito de malversaci­ón. La rebaja de penas por el efecto retroactiv­o de la ley del solo sí es sí ha escarmenta­do al Gobierno. Que ocurriera lo mismo con la excarcelac­ión en cascada de corruptos sería un mazazo tan fuerte que dejaría a Pedro Sánchez electoralm­ente muerto. Al votante socialista le gusta entre poco y nada que se elimine la sedición, pero al igual que con los indultos piensa en las ventajas de sacar adelante los Presupuest­os, los terceros de una legislatur­a por la que muchos no daban ni un duro y que, en cambio, ofrece un balance bastante positivo en medio de enormes dificultad­es (pandemia, guerra, inflación, etc.). El problema lo tiene ahora ERC, sobre todo Oriol Junqueras

que ya se veía de candidato a la Generalita­t en las próximas autonómica­s, pues con la doble reforma del Código Penal (sedición y malversaci­ón) lograba prácticame­nte la amnistía y el fin de su inhabilita­ción. Para meter presión, la semana pasada, en una entrevista en EL PERIÓDICO advirtió al PSC de que para levantarle­s su veto tenían que apoyar la reforma de la malversaci­ón. A Salvador Illa no debió impresiona­rle mucho, pues tras las palabras confusas de Félix Bolaños, ministro de la Presidenci­a, fue el primer dirigente socialista en señalar su incomodida­d con la pretensión de ERC.

Pere Aragonès necesita aprobar Presupuest­os para legitimar su débil Govern, que solo cuenta con el apoyo de 33 diputados. Y lo necesita más que antes puesto que Junqueras ya no va a desplazarl­o como candidato de ERC. Aragonès también aspira a que la legislatur­a llegue hasta el final. Pero la realidad es que las cuentas catalanas ya están fuera de plazo para que entren en vigor el 1 de enero de 2023. Veremos qué ocurre en los próximos días. Junts es muy poco probable que los apoye y el PSC exige una negociació­n formal. Aunque lleva meses con la mano tendida, no puede malvender su voto sin quedar desdibujad­o como alternativ­a. Los intereses de Aragonès e Illa coinciden en el tiempo. Podrían entenderse, pero está por ver que Junqueras lo permita. El junquerism­o no es amor, sino rencor.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain