La rumba catalana llama a las puertas de la Unesco
el género, se disolvió discretamente el año pasado.
El nuevo intento corre a cargo de la flamante Plataforma per la Rumba Catalana, que agrupa a músicos y activistas, incluyendo a figuras simbólicas y estimadas como son Amadeu Valentí (hijo del venerable pianista Chacho) y Rosa Pubill (hija de Peret). Avanzan de la mano de Cultura Popular, de la Generalitat, y del Icomos, organismo asociado a la Unesco, así como la SGAE, cuya sede barcelonesa acogerá el 12 de diciembre la puesta de largo del proyecto. En paralelo, los rumberos del norte de los Pirineos, de Perpinyà o Montpellier, trabajan para que Francia se suba al carro. Ahí están los Gipsy Kings, el