Costa Rica se reengancha ante Japón (0-1)
Como muestra, el botón del minuto 95, a segundos de que el encuentro de anoche expirara. Sané se coló con el balón hasta la línea de fondo, arrastrando a Simón en su movimiento. El atacante del Bayern salvó al portero para enviarle la pelota a Füllkrug, autor del tanto alemán, que solo tenía que empujarla a portería vacía para frustrar a España. Pero en ese momento apareció el pie salvador de Rodrigo, excelente en el seguimiento de la jugada, para garantizar que a la selección le pueda servir el empate contra Japón.
No fue su única intervención meritoria de un partido en el que estuvo más que notable. Minutos antes ya había frenado otra internada marca de la casa de Sané y al final del primer tiempo estuvo imperial al corte para abortar la mejor ocasión alemana en el tiempo de arranque, gol anulado a Rüdiger al margen. Ganó siete de los diez duelos que disputó, completó con éxito cinco despejes y bloqueó dos disparos, números mucho mejores que los de su compañero de zaga y en el Manchester City, Aymeric Laporte.
«Estoy aquí para lo que me pida el míster, creo que tengo condiciones para jugar de central y a partir
Japón se antojaba un gigante, tras ganar a Alemania, en manos de la débil Costa Rica, vapuleada por España, pero a la hora de la verdad, los nipones se atascaron ante el entramado defensivo de los ticos y desperdiciaron una magnífica oportunidad para clasificarse por la vía rápida. Ahora, se la tendrán que jugar ante España en la última jornada, mientras Costa Rica se reengancha de forma sorprendente. Los de de Luis Fernando Suárez sacaron el máximo provecho a su único tiro a puerta, el de Fuller en el minuto 81, con la colaboración del meta Gonda. Increíble.
A la desesperada, pero estuvieron cerca de empatar los japoneses, pero entonces apareció la figura de Keylor Navas, que pasó de denostada a salvadora, para frenar a su rival. «Puede jugar de central o de mediocentro. Busquets ya tiene una tarjeta [con otra ante Japón se perdería unos hipotéticos octavos] y ya veremos lo que hacemos en siguientes partidos», resumió anoche Luis Enrique sobre el rol que tiene en mente para Rodrigo.
Fue a Pep Guardiola, siempre innovador, siempre inquieto por intentar que el caballo se pueda mover en diagonal por el tablero y que los peones se desplacen en horizontal, quien se animó hace ya tres temporadas a colocar al madrileño como central en cuatro partidos. «Nunca ha entrenado como central, pero es inteligente y juega bien el balón», le elogió entonces un Guardiola que si no insistió más con su probatura fue porque considera a Rodrigo imprescindible en el centro del campo. En España, en cambio, está Busquets.
«La línea más potente que tengo es la defensa», había dicho el seleccionador en el parón de septiembre, en uno de esos intensos tan suyos de provocar que las miradas se dirijan hacia él en lugar de hacia sus futbolistas. Pero Luis Enrique era consciente de que la de central es junto a la de ariete la posición más débil de España.
En la pasada Eurocopa, Laporte fue fijo en el eje de la zaga, jugando con Eric García (dos partidos) o con Pau Torres (tres). Ninguno de los dos ha terminado de mostrarse nunca del todo solvente con España y ahora es Rodri el que tiene el reto que hacerlo. «Son tres o cuatro conceptos que no son fáciles de asimilar, pero que cuando lo consigues te hacen jugar perfectamente ahí», explicaba en el diario ABC hace unos días. Y parece que tiene la tarea bastante avanzada. H