Chery busca en BCN terrenos donde ubicar una nueva fábrica
▶ El presidente de la compañía china firma con la patronal Foment del Treball un acuerdo de representación para facilitar su posible instalación
El fabricante de automóviles chino Chery aterrizó ayer en Barcelona para mirar terrenos y sondear la posibilidad de instalar una nueva fábrica en Catalunya. Su presidente, Tongyue Yin, firmó un acuerdo con Foment del Treball para que la patronal les represente y facilite su posible arraigo en tierras catalanas. Las primeras informaciones facilitadas desde el entorno de la patronal apuntan a que la firma china estaría valorando la posibilidad de establecer una factoría con la previsión de ensamblar unos 300.000 vehículos al año mediante una plantilla de 1.500 trabajadores. No obstante, fuentes conocedoras del sector apuntan a que dicho volumen es demasiado alto para esa previsión de nuevos puestos de trabajo.
No es la primera vez que el nombre de Chery se relaciona con la automoción catalana. Ya en los años 90 del siglo pasado hubo contactos entre el fabricante chino y Seat para que el primero exportara prototipos del segundo con la intención de ensamblarlos y venderlos en Asia. En 2009, Chery volvió a saltar a la palestra y se reunió con el entonces presidente José Montilla, también para sondear la posibilidad de instalarse en Catalunya. Un año más tarde, Montilla llegó a viajar hasta Hefei (China), aunque finalmente la operación no fructificó. Los números que entonces los chinos pusieron sobre la mesa era crear 3.000 empleos directos, el doble que ahora.
Más de 100 millones en ayudas
Por aquel entonces coincidió que Nissan atravesaba una grave crisis que casi provoca el cierre de sus factorías en tierras catalanas. Hoy hace casi un año que los japoneses echaron el cierre y Chery saltó a última hora como potencial interesado en participar del proceso de reindustrialización. No obstante, los trabajos ya muy avanzados con los catalanes del D-Hub, que pretende fabricar en la Zona Franca su gama de furgonetas eléctricas, impidieron que los chinos sondearan la posibilidad de ser el recambio de Nissan. Sobre el D-Hub, ayer se preveía oficializar sus avales para postular a los 107,8 millones de ayudas públicas a través del Perte de la automoción.
Catalunya, una de las opciones
La Generalitat recibirá con los brazos abiertos las posibles inversiones que plantee Chery en suelo catalán y esta semana están previstas reuniones con el ‘conseller’ de Empresa, Roger Torrent, y con el ‘president’, Pere Aragonès, para que los máximos dirigentes escuchen las intenciones de Yin y le ofrezcan facilidades para instalarse. Precisamente desde la administración catalana llevan varias semanas potenciando con actos públicos e informes su perfil más business friendly. Fuentes consultadas de Empresa reconocen los contactos, aunque rechazan valorar cualquier posibilidad vinculada con Chery ni adelantar cuál será la oferta de facilidades que le trasladarán.
La Conselleria d’Empresa maneja una cartera de terrenos potencialmente adecuados para la instalación de una factoría de automóviles o vinculada al sector. Ya cuando el grupo Volkswagen sondeó dónde ubicar su gigafactoría de baterías –finalmente fue en Sagunt (València)–, el Govern le ofreció terrenos en Lleida y Tarragona. O cuando otro fabricante chino, Great Wall Motors, se descolgó del proceso de reindustrialización de Nissan –alegando que los terrenos eran demasiado pequeños para el volumen de autos que quería ensamblar– desde el departamento de Torrent se sondearon ubicaciones alternativas, que no acabaron cuajando.
Catalunya, no obstante, no es la única opción que tiene Chery para aumentar sus inversiones en Europa y tras Barcelona visitará otros emplazamientos, con la intención de recabar información y decidir si finalmente abren una negociación con la Generalitat o no para instalarse en alguna ubicación catalana. El presidente de la firma china, Tongyue Yin, es un viejo conocido del presidente de la organización de metalúrgicos Jaume Roura (asociada a Foment) y desde la histórica patronal tratarán de convencer a Yin para que esta vez sí fructifique su interés por instalarse en Catalunya.
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La instalación daría trabajo a 1.500 personas y ensamblaría unos 300.000 coches al año