Las leyes de Igualdad reeditan los choques dentro del Gobierno
A las normas del ‘sí es sí’ y trans se sumará en breve la de trata y proxenetismo, que visibilizará más roces en el seno del Ejecutivo.
Pedro Sánchez había sido hasta ahora proclive a dar la razón a Irene Montero en las leyes que venían del Ministerio de Igualdad, aunque su contenido estuviera muy alejado de los postulados tradicionales del PSOE. El presidente dio el visto bueno a la aprobación de la ley trans y la del solo sí es sí, pese al malestar de su partido, que se extendió a varios ministros de cuota socialista. Pero esa actitud se ha terminado. Las normas de Igualdad han vuelto a colocar en primer plano los choques en la coalición.
A primera hora de la mañana de ayer, Montero, de Unidas Podemos, dejó claro que las negociaciones sobre la ley trans iban por muy mal camino. Se mostró «muy preocupada» en TVE. «El PSOE no quiere un acuerdo», dijo.
Los socialistas no piensan moverse. Fuentes del partido explicaron poco después que no tenían intención alguna de retirar la enmienda. También la vicesecretaria general del PSOE y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se expresó en estos términos al mediodía. «Hay que reforzar la seguridad jurídica de los menores. No se trata de posiciones inmovilistas, sino del interés general. Los jóvenes son un colectivo a proteger», explicó.
A estas discrepancias se suman las del anteproyecto de la ley contra la trata que aprobará este martes el Consejo de Ministros en primera lectura. El texto, emanado del Ministerio de Justicia dirigido por Pilar Llop y que no tiene en cuenta los trabajos previos realizados por Igualdad, resulta «insuficiente» para Unidas Podemos. Fuentes del departamento dirigido por Montero denuncian que «no responde a lo demandado por los organismos internacionales» y reclaman que las víctimas de trata en situación irregular puedan tener acceso a un permiso de residencia y laboral sin necesidad de colaboración policial o denuncia.