El «soldado» que dispara balas
Álvaro Morata lleva dos goles en dos partidos apareciendo desde el banquillo. Se declara «un soldado como todos los demás» del pequeño ejército de Luis Enrique, un grupo protegido por el seleccionador, al que le da igual ser titular que suplente. Pero es el mejor suplente del torneo.
Cerrar el grupo en primer lugar significa que el cruce de octavos empareja a España con el segundo del grupo F (hoy, Marruecos) y generaría un hipotético duelo de cuartos frente a Brasil. Terminar segundo, como Japón lo es ahora y discurrir por la otra parte del cuadro de emparejamientos, reportaría una eliminatoria con Croacia y la siguiente con Portugal o Uruguay, presuntamente más fáciles para acceder a la semifinal.
Luis Enrique adelantó tras el empate con Alemania que España no va a especular y asegurará el liderato. Otro asunto será que tenga tentaciones para dar cancha a alguno más de los 17 jugadores que han actuado en los dos partidos. Al once titular del debut se añadió Carvajal en lugar de Azpilicueta en el segundo encuentro, y los sustitutos se han repetido: Morata, Koke, Balde, Nico Williams y Carlos Soler entraron ante los costarricenses y los cuatro primeros aparecieron otra vez. Morata ha marcado dos goles en dos apariciones, y se ha convertido en el suplente más valioso de las 32 selecciones.
Nueve jugadores todavía no han participado. Tres centrales (Guillamón, Eric y Pau Torres, ya que uno de los puestos lo ha usurpado Rodrigo), un interior (Marcos Llorente) y tres delanteros (Ansu Fati, Yeremi Pino y Pablo Sarabia), además de los dos porteros suplentes: Sánchez y Raya.
Un gran grupo, un gran equipo
No hay quejas en un grupo compacto, cuidadosamente escogido por Luis Enrique de futbolistas leales. «Soy un soldado como los demás, y vamos a muerte todos juntos», aseguró Álvaro Morata. El técnico, además, ha extendido un escudo protector que cubre a la plantilla. No solo se hace responsable de todas las decisiones, sino que con sus intervenciones diarias en el Twicht atrae hacia sí toda la atención, liberando a sus pupilos.
Morata asume el banquillo con naturalidad. Es, o debería ser, el delantero centro titular. Un privilegio que se ha ganado con goles: 29 en 59 partidos. Fue suplente ante Costa Rica y marcó. Fue suplente contra Alemania y marcó. «Además de un gran equipo, somos un gran grupo y estamos muy unidos», comentó el delantero del Atlético, cuya media con La Roja (medio gol por partido) se trunca vestido de rojiblanco y sus, apenas, 5 tantos en 19 partidos.
«Me siento cómodo jugando en la selección, es igual de suplente o titular», aseguró Morata, que se marchó del estadio Al Bayt con el trofeo al mejor jugador. Gracias, básicamente, al bello gol anotado con el sutil toque con el que se avanzó a Süle en busca de una asistencia de Jordi Alba, la segunda del lateral azulgrana. Ante Costa Rica dio una a Asensio y forzó un penalti. En ambos partidos ha sido relevado por Alejandro Balde, el teórico titular en el Barça.
‘Busi’ mueve a Rodrigo
«Hay una campaña contra Busquets y Alba», denunció Luis Enrique, sin aclarar de parte de quién procedía. Quizá haciéndose eco de las críticas recibidas por ambos por su rendimiento en el Barça combinado por la negativa a rebajarse el sueldo.
«Los traigo porque son espectaculares. Alba es el mejor lateral en el último tercio del campo, igual que Busi. Llevan muchos años que lo intentan retirar. Ojalá lo convenzamos para seguir otro Mundial», dijo de su capitán. Tan fiable es Busquets que su recambio, Rodri, ha sido retrasado. A ejercer de central. Tan válido para construir ante un rival encerrado, caso de Costa Rica, como capaz de contener un ataque desesperado, caso de Alemania.
«Nos ha faltado un poco de poso, de tranquilidad, porque nosotros somos buenos a lo que jugamos», resumió Luis Enrique, que habría «firmado» estar en la situación en la que está España: primera, virtualmente clasificada y futura rival de Brasil…
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Dos goles en dos minutos para Serbia y otros tantos en tres minutos para Camerún desataron la locura en un partido marcado por la ausencia del meta Onana, que abandonó la concentración del país africano tras una disputa con su seleccionador, y que finalmente acabó con un empate que deja a ambas selecciones con solo un punto tras dos encuentros y aún con vida para la última jornada (3-3).
Llegaba Camerún a este partido promediando solo 0,8 goles por encuentro en un Mundial. 18 en 24 partidos; y acabó rompiendo un récord totalmente opuesto a dicho histórico. Contra Serbia ha sido la primera vez que ha marcado tres goles en una Copa del Mundo, y no les sirvió para ganar.
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«Hay una campaña contra ‘Busi’ y Jordi Alba –denuncia Luis Enrique–, y son espectaculares»