Inglaterra y Gales se citan esta noche en la batalla de la Gran Bretaña
El grupo B, la bomba geopolítica del Mundial, se cierra hoy con un doble plato interesante. Además del Irán-EEUU, se producirá el esperado duelo británico entre Inglaterra y Gales, dos selecciones con una rivalidad histórica que llegan en condiciones muy distintas. Mientras los pross tienen casi la clasificación en el bolsillo, el bloque de Gareth Bale necesita combinar su triunfo con un empate entre americanos y asiáticos para pasar a los octavos.
La semana pasada ya se vivió en España un anticipo del odio entre ambos conjuntos. Seguidores ingleses y galeses protagonizaron una lamentable trifulca en los exteriores de una discoteca en Tenerife. El precedente más cercano traslada a la Eurocopa de 2016, cuando Inglaterra tumbó a Gales (2-1) con un gol de Sturridge en el último suspiro. Los pross sufrieron luego una humillación en octavos ante Islandia, mientras Gales llegó a las semifinales .
Rival con «debilidades»
Por entonces, Gareth Bale calentó el choque diciendo que «ningún jugador inglés tendría nivel para jugar en Gales», una patochada que no se atrevió a repetir ayer. «Inglaterra tiene debilidades. Todo el mundo las tiene, pero es una de los favoritas para ganar el torneo», aseguró el exmadridista, que fue contundente al responder si el de hoy podía ser su último partido con la selección: «No».
El combinado de Robert Page no vence a Inglaterra desde 1984. «La rivalidad es feroz. No importa si se juega al fútbol o al rugby. Es el viejo enemigo y un derbi local. Las naciones de origen no se enfrentan a menudo. Eso aumenta la emoción de esta batalla de la Gran Bretaña», argumenta Phil Cadden, periodista del diario The Sun.
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