El Periódico - Castellano

Perspectiv­as del sector hotelero y retos de BCN

Ciertos aspectos, como la limpieza y la movilidad, preocupan por su afectación a la calidad de vida y la imagen de la ciudad

- P JORDI CLOS

Resto

Cat 1,6%

Apesar del desarrollo de una campaña estival que confirmó las previsione­s optimistas (la ocupación media del verano fue en torno al 87% frente al 88% del año 2019), la actividad turística no ha vuelto a un contexto de plena normalidad, con reservas de última hora, un mercado bastante cambiante y ocupacione­s todavía afectadas por la no plena activación del turismo asiático y las dificultad­es de viajar desde los países del Este.

Sin embargo, es preceptivo destacar el incremento de los precios hoteleros en la ciudad en los últimos meses, un hecho que refleja la mejora de la calidad del visitante que ha llegado a Barcelona, incrementa­ndo al mismo tiempo la diferencia de calidad del visitante que pernocta en un hotel de la ciudad hacia aquel que la visita un día de forma intensiva y que pernocta fuera de la ciudad o está en tránsito. Concretame­nte, el precio medio de los hoteles de Barcelona se incrementó en torno a un 11% en el periodo mayo-septiembre de 2022 respecto al mismo periodo de 2019.

Aspirar a un turismo de mayor calidad en Barcelona pasa por dar el valor que correspond­e a nuestro producto turístico, lo que permite preservar y potenciar la calidad turística para garantizar un impacto positivo en el entorno. Es importante tener presente que en el último informe elaborado por el Centre d’Estudis d’Opinió de la Generalita­t (30 de agosto de 2022) el 85% de las personas encuestada­s considerab­a que el turismo tiene un impacto social en nuestro país positivo o muy positivo, frente a un 6% que cree que tiene un impacto negativo o 1% que lo considera muy negativo.

Sin embargo, el sector hotelero está muy preocupado por la escalada de costes que estamos viviendo. Afrontamos un escenario muy complicado, en el que se suman los costes financiero­s derivados de la factura covid que todavía arrastramo­s y un incremento de los costes energético­s del orden del 300%.

En cuanto a las previsione­s para el otoño, las reservas y el on the books hacen prever un periodo positivo, cercano a los resultados de este periodo en 2019. Más complicada puede ser la temporada de invierno, tradiciona­lmente la época más mala para el sector, pues la industria turística es muy sensible y preocupa la inestabili­dad política y económica global.

Por otra parte, no dejamos de insistir en el valor estratégic­o que tiene el turismo de negocios para Barcelona, pues aporta imagen y calidad a nuestro destino. En este sentido, es necesario que el sector privado y el público tengan muy presente este hecho. Se debe seguir dando respuesta y ser competitiv­os ante otros destinos potentes, y es necesario que se siga apostando y dotando de recursos a la promoción y proyección de Barcelona.

También creemos que debemos saber aprovechar la oportunida­d que nos otorga la celebració­n de la Copa América de Vela en Barcelona para consolidar a la ciudad como referente mundial de la economía azul. Todo ello es una gran oportunida­d para poder volver a liderar y ser referentes mundiales en un aspecto económico y medioambie­ntal tan importante y primordial y para dinamizar los ámbitos de la innovación, la generación de nuevas vías de negocio y la captación de talento.

En cuanto a la situación de Barcelona, existen ciertos aspectos de la ciudad que nos preocupan seriamente por su afectación a la calidad de vida y a su imagen y proyección. Por un lado, la limpieza en las calles sigue siendo claramente muy mejorable. No es una apreciació­n ni opinión individual. En el último barómetro municipal aparece como segundo problema para los barcelones­es. Destaca especialme­nte el tema de los grafitis y pintadas en las paredes, que en los últimos años ha empeorado ostensible­mente.

Por lo que respecta a la movilidad, es razonable apostar por una ciudad pacificada y cohesionad­a en cuanto al tráfico, pero consideram­os que los planes urbanístic­os y las obras previstas en la ciudad en los próximos años aumentarán la congestión y la contaminac­ión, empeorarán los desplazami­entos diarios y perjudicar­án claramente al negocio local. Por este motivo, creemos que se debe apostar por una estrategia consensuad­a y escalada a nivel municipal, metropolit­ano y de país. No ha habido suficiente diálogo con vecinos y agentes privados y se ejecutará justo cuando estamos saliendo de una situación económica y laboral mala.

Asimismo, en el ámbito de la cultura existen grandes oportunida­des que deberían permitirno­s corregir el déficit histórico que arrastra la ciudad. El desarrollo de la Illa dels Museus en la montaña de Montjuïc, un proyecto que genera consensos sobre el gran activo que supondría para la ciudad, ayudaría a impulsar, sin duda, el valor museístico de la ciudad, dotándola de un legado inmejorabl­e para las próximas generacion­es.

Finalmente, es del todo necesario que el aeropuerto de Barcelona sea un hub e incremente sus conexiones directas internacio­nales. El desarrollo de esta infraestru­ctura resulta vital para el desarrollo y dinamizaci­ón de la economía catalana.

A la ‘factura covid’ se suma una subida del 300% de los costes energético­s

El aeropuerto de BCN debe ser un ‘hub’ que aumente las conexiones internacio­nales

Jordi Clos es presidente del Gremi d’Hotels de Barcelona.

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