Frente en el Besòs contra la pobreza
Los ayuntamientos de Barcelona, Badalona, Santa Coloma, Sant Adrià y Montcada i Reixac se unen al frente vecinal para reclamar a la Generalitat inversiones que mitiguen las desigualdades.
Es una foto ya vista, repetida en alguna otra ocasión en los últimos años. Las alcaldesas y el alcalde de las localidades del entorno de la desembocadura del Besòs, encabezados por Ada Colau, se retrataron ayer una vez más juntos para proclamar que ya basta de que las necesidades se perpetúen en los barrios ribereños del último trecho del río, allí donde se concentran «16 de los 25 barrios con la pobreza más elevada» de Catalunya, como recuerda siempre Pepe Sánchez, presidente de la Coordinadora Vecinal del Baix Besòs.
Los cinco ayuntamientos del tramo final del Besòs (Barcelona, Badalona, Santa Coloma de Gramenet, Sant Adrià de Besòs y Montcada i Reixac) quisieron escenificar su unidad sellando un acuerdo con el movimiento vecinal que, en esencia, reclama inversiones a la Generalitat y otras instituciones, como el Área Metropolitana de Barcelona (AMB). Se trata de mitigar las desigualdades que abruman la zona y la agravian en comparación con otras más prósperas de los aledaños de la capital catalana.
Entre otros objetivos, el documento se marca como tareas pedir que se costee un plan de barrios en las inmediaciones de la desembocadura, diseñar un plan de vivienda que incluya a vecinos excluidos por no disponer de estancia regularizada en España y afrontar las penurias de la infravivienda y los asentamientos. También urge a desbloquear proyectos largamente encallados, como transformar la C31 para que deje de partir Badalona por la mitad y trasladar la vía del tren que circunda la franja de costa de Sant Adrià de Besòs y Badalona. A su vez, pide consensuar un plan para las Tres Xemeneies, algo que ya se antoja complicado, dado que la Generalitat lo tiene listo para aprobar.
«Papel mojado»
Antes de formalizar el compromiso, los ediles reiteraron unas consignas casi calcadas a las que ya se expresaron hace siete años, cuando se firmó la Agenda Besòs, otro documento bienintencionado. «Hay una deuda histórica con el Besòs. No es por falta de talento y potencialidad, sino por abandono institucional y falta de inversión», diagnosticó Colau. «Somos el único norte pobre que existe. Tenemos que revertirlo actuando», apremió el alcalde de Badalona, Rubén Guijarro. «Queremos dejar de ser el patio de atrás de la metrópolis», proclamó por su parte la alcaldesa de Montcada, Laura Campos.
En 2016, la instantánea de los cinco ediles se tomó en un puente sobre el río; ayer la imagen se improvisó en una sala del Consorci del Besòs, un ente más bien desprovisto de valor y que la Coordinadora Vecinal del Baix Besòs aboga por que coordine a los municipios para contrarrestar unidos las carencias. «En la foto de hace siete años no había un trabajo detrás que empujara a llevar a cabo los compromisos. Fue papel mojado», lamentó Sánchez, que prometió que el movimiento asociativo no cejará en su ánimo de «guerrilla». «Ahora hay un documento firmado con el que podemos presionar a la Administración para que cumpla. Continuaremos en nuestra actitud beligerante para conseguir una mínima decencia en nuestros barrios y que todo el mundo se sienta orgulloso de ser parte del Besòs», recalcó.
La reivindicación apela a las diferentes administraciones superiores, pero en especial al Govern, para que trasvasen fondos hacia la frontera norte de Barcelona.
«Si no se ha hecho más, aunque es verdad que se ha hecho mucho, es porque no hemos podido tirar adelante todos los proyectos incluidos en la Agenda Besòs solo con las aportaciones de los ayuntamientos y sin más recursos de la Generalitat», acusó Campos. «No estamos igual que en 2016, porque entonces el Besòs no estaba en la agenda política. En estos años, las alcaldías hemos puesto el foco ahí y hay medidas concretas, incluso algunas que no nos tocan, que son propias de la Generalitat y que sin embargo hemos tenido que avanzar, como operaciones de regeneración urbana», enfatizó también Colau.
2,3 millones
La Generalitat y el Área Metropolitana de Barcelona se adherirán en breve al Consorci del Besòs. Con su ingreso, las aportaciones al ente se elevarán de algo menos de un millón de euros a los 2,3 millones. «Debe contribuir a que revierta en el territorio», confió la alcaldesa de Sant Adrià de Besòs, Filo Cañete. La de Santa Coloma de Gramenet, Núria Parlon, fue muy clara al avisar de que no hay cabida para más desengaños: «Estamos cansados de que digan que es la hora del Besòs. Esperemos que el acuerdo no quede en buenas intenciones, sino que sea una carta de presentación para exigir un compromiso real de otras administraciones».
Pese a la entente entre las alcaldías, quedan cabos sueltos por resolver. Los ayuntamientos de Badalona, Santa Coloma de Gramenet y Sant Adrià de Besòs siguen rogando que el Consorci del Besòs adopte servicios mancomunados que prestaba el extinto Consell Comarcal del Barcelonès, como el centro de animales del Barcelonès Nord yel taxi adaptado. El Ayuntamiento de Barcelona se opuso, lo que generó rencillas entre los diferentes consistorios. Los tres municipios metropolitanos insisten en que la negativa de la capital les comporta dificultades a la hora de administrar y financiar servicios que comparten. «Hemos sufrido una situación que no ha ocurrido en otros territorios. Nos gustaría que el Consorci del Besòs asumiera una gestión mancomunada», verbalizó Guijarro.
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La infravivienda y los asentamientos figuran entre los graves problemas de esta zona