POLÍTICAS CULTURALES
Las empresas del sector lamentan la lentitud del procedimiento de adhesión a la iniciativa y alertan de problemas técnicos para su aplicación a través de la web habilitada por el ministerio.
del Bono Cultural Joven. Cualquier fallo o error a la hora de dar de alta esa información impide que el pago se realice efectivamente».
En cuanto a la tardanza en la resolución de las adhesiones, el ministerio indica que «el plazo máximo para resolver las solicitudes es de seis meses desde la fecha de presentación».
El Gremi de Llibreters aplaude el Bono Cultural Joven, una política de fomento dirigida a «una edad crítica en el consumo cultural», en palabras de Marín. No obstante, el secretario técnico lamenta que «la bondad de la iniciativa» se vea empeñada por los problemas en su aplicación. «Si el ministerio hubiera trabajado estrechamente con los sectores culturales, todo habría sido más fácil».
No era nada fácil inscribirse como beneficiario del Bono Cultural Joven y tampoco lo es adherirse como empresa. La librería barcelonesa Sendak, por ejemplo, desistió tras tres intentos debido a la «dificultad de un procedimiento muy burocrático y poco ágil» y a la «deficiente atención», cuenta Aitor Martos, socio del comercio especializado en literatura infantil y juvenil.
El Bono Cultural Joven brinda 400 euros para invertir en productos culturales a las personas que cumplen 18 años en 2022, a gastar en el plazo de 12 meses.
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