Trabajo acelera la negociación para fijar el Estatuto del Becario
El Gobierno confía en que la patronal acepte el nuevo marco legal, que pretende acotar el uso fraudulento del estudiante en prácticas
El Ministerio de Trabajo volverá a reunir a patronales y sindicatos el próximo lunes para tratar de cerrar el Estatuto del Becario, tal como avanzó ayer el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey. La norma lleva varios meses de retraso debido a las diferencias internas en el Gobierno y por el rechazo de los empresarios a sumarse a la reforma que le plantean. El objetivo del Ejecutivo es cerrar antes de acabar el año esta norma, que pretende acotar el uso fraudulento que hacen empresas y administraciones públicas de la figura del estudiante en prácticas como reemplazo de trabajadores. También obligará al ente formativo a pagar una cotización por los estudiantes y costearles el transporte y el material, entre otras cuestiones. Según distintos cálculos no oficiales, alrededor de medio millón de alumnos podrían beneficiarse de la nueva norma.
Las negociaciones para dar carpetazo al Estatuto del Becario y que todos los estudiantes de grado medio o superior coticen para una futura prestación de paro ha encadenado varios retrasos. Era un compromiso adquirido cuando los agentes sociales firmaron en verano de 2021 la primera reforma de las pensiones. En ese documento las partes se daban seis meses para tener lista la norma de las cotizaciones y el Gobierno no cumplió. La nueva fecha pasó a ser antes del verano de 2022 y ahí la falta de entente con la patronal volvió a retrasar las conversaciones.
Desde Trabajo apuran para sumar a los empresarios a la norma y ampliar así la legitimidad de la misma, por lo que han esperado a que la CEOE celebrara sus elecciones para volver a citarlos a una mesa de negociación. Hasta ahora los empresarios han ido dilatando las conversaciones y han rehusado sumarse al acuerdo, entre otros aspecto porque rechazan la supresión de las prácticas extracurriculares que contempla el Gobierno a partir de 2025.
Reticencias empresariales
Los patronos entienden que ello va en detrimento de la flexibilidad de las compañías y que puede frenar que estas acepte a estudiantes en prácticas. Por contra, los sindicatos denuncian que es precisamente en esa figura donde se concentra un mayor volumen de fraude y que muchos de esos estudiantes acaban haciendo el trabajo que debería hacer un empleado con contrato.
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