Andrea Marchesi
DIRECTOR DE IED BARCELONA
▶ La escuela de diseño cumple 20 años y lo celebra con una exposición de 50 trabajos de sus alumnos. Por la sede del barrio de Gràcia pasan un millar de estudiantes cada año y ya pueden mostrar diseños que han triunfado en Barcelona, como la moto VoltaBCN que usa la Guardia Urbana o los paneles solares en las paradas del autobús.
Una de las motos eléctricas que usa la Guardia Urbana de Barcelona, Valencia, Mallorca, Amposta así como los agentes cívicos de la capital catalana, la VoltaBCN, salió del laboratorio de ideas, creatividad y diseño que es el IED Barcelona, que abrió sus puertas hace 20 años en la ciudad. Por su sede en el barrio de Gràcia pasan cada año un millar de alumnos de más de un centenar de nacionalidades que imaginan cómo será nuestro futuro, anticipando necesidades y materializándolas en soluciones innovadoras. La exposición A collective dream, con 50 proyectos excepcionales presentados por los estudiantes a lo largo de estas dos décadas, tiene mucho de la novela de Wells La máquina del
tiempo, porque es, en definitiva, una invitación para soñar con nuestras ciudades del futuro, el transporte que utilizaremos o cómo nos vestiremos para ir a Marte.
Diego Quiroga, antiguo estudiante del centro, estuvo el pasado jueves en la inauguración, donde el prototipo de la moto eléctrica que creó en 2011 y la que salió al mercado en 2017 dan la bienvenida al visitante. «Tuvimos la suerte de anticiparnos y presentar un prototipo eléctrico en un momento en el que no había muchos», explicó el creador de un vehículo que ha sido reconocido con varios premios internacionales de diseño por la capacidad de ser controlado desde el móvil, por hacer del espacio habitual del depósito de las motos de combustión un maletero para el casco, porque puede cargar otros aparatos electrónicos mediante puerto usb, por su potencia (alcanza los 120 km/h) y su autonomía de 100 kilómetros gracias a una carga completa de dos horas.
El nombre
«Le pusimos Volta por Alessandro Volta, el inventor de la pila; y el alcalde Hereu nos cedió los derechos para que llevase también Barcelona en el nombre», comentó Quiroga, que hace un tiempo vendió el 100% de las acciones de la VoltaBCN a un empresario americano, que la sigue produciendo con el mismo nombre.
La yincana de inventos prosigue con otro ejemplo que los barceloneses que usan el transporte público conocen bien: la parada solar del autobús. Lleva como mobiliario urbano desde 2009, cuando el proyecto de los estudiantes Gerard Lorente, Rubén Oya, Jaciel Reyes y Erik Simons enamoró a la empresa Capmar, que apuesta por el desarrollo sostenible y la mejora de la calidad de vida en las ciudades. La «sostenibilidad», precisamente, es la palabra más repetida en los paneles de la exposición, y es también el leitmotiv y la palanca de los diseños.
En el apartado de Master, su directora, Marina Ojan, destacó un proyecto, Ex Terra, creado por Carolina Galeazzi, que propone reutilizar los residuos de las alcachofas de El Prat (las hojas y el tallo que se tiran) en la producción artesanal, fomentando la inserción laboral de colectivos vulnerables.
Esta misma idea también se abordó en la mesa redonda que siguió a la inauguración, ¿Cuál es el siguiente punto?, donde varios expertos fueron aún más allá, imaginando el futuro del futuro del diseño. Por ejemplo, Pilar Pasamontes, directora científica del área de Moda del IED Barcelona, avisó de que no queda otra que ser sostenibles. A su juicio, «La gente joven lo sabe, y están haciendo proyectos diferentes, creando pequeñas marcas, moda de proximidad para gente que no quiere ser como los demás».
Del apartado de la moda del instituto han salido alumnos brillantes, como los que participan en la pasarela 080. Eñaut Barruetabeña (Eñaut) y Gloria Lladó (Eiko Ai), son ejemplo. La diseñadora no se perdió la inauguración en la escuela en la que se formó, y que hoy dirige Julia Weems, que antes fue estudiante y luego dio clases en estas mismas aulas. «Nuestros alumnos están muy motivados y les damos libertad creativa para que cada uno encuentre su estilo», describió quien inició su carrera de estilista en Nueva York en revistas como Glamour.
Por sus clases han pasado Luis de Javier, el diseñador del corsé de toro que Beyoncé ha lucido para la sesión de fotos de su último disco, la diseñadora de novias Cristina Tamborero, y altos cargos que hoy trabajan para Loewe, Valentino o McQueen. De los diseños «inteligentes» expuestos, destacó The zero gravity band, un traje para ser usado en gravedad cero que formó parte de un proyecto de la Fundación Quo Artis y presentado en el Sónar +D de 2018.
Jalona el recorrido Midori, la biblioteca del futuro, templo de información analógica y digital, que integrará la naturaleza y se fundirá en el paisaje de las nuevas urbes, más verdes y sin tráfico. Una delicia.
Algunos proyectos ya han conquistado la ciudad, como la moto VoltaBCN que utiliza la Guardia Urbana