SALUD MENTAL
Los adolescentes utilizan juegos lingüísticos y vídeos con coreografías de moda en TikTok donde incluyen textos sobre autolesiones que, prácticamente, son una guía introductoria.
en conductas obsesivas por parte del usuario. Por supuesto, a TikTok le preocupa este contenido, especialmente después de que en 2021 un vídeo de un suicidio se viralizase sin que ningún tipo de moderador restringiera su alcance, lo que obligó a la plataforma a crear una nueva política de control. De hecho, el 15% del contenido eliminado diariamente es, según sus datos, porque promueve las autolesiones.
TikTok no es la única que batalla contra estos códigos anticensura. Instagram, Facebook, YouTube o ReddIt se topan con lo mismo, porque, a pesar de que si buscas suicidio, depresión, anorexia o autolesiones te derivan automáticamente a ayuda profesional, es fácil hallar contenidos similares. Incluso en YouTube, uno de los principales problemas con los que se están topando los moderadores es que existen canales que, usando estos códigos lingüísticos, logran monetizar vídeos sobre el suicidio, lucrándose con contenido perjudicial para adolescentes.
Otro problema del algoritmo ya no es solo que le cueste detectar las piruetas lingüísticas de sus usuarios, sino que muchas veces el contenido nocivo se esconde tras historias de superación. Por ejemplo, en pleno boom de la salud mental, surgen cuentas contra las autolesiones, hablando de lo mucho que les arruinó la vida intentar suicidarse o no tratar a tiempo una anorexia o una depresión. Y, aunque a priori esto parezca positivo, hay una competición entre estos creadores de contenido para ver quién sufre más, alimentando así, paradójicamente, un contenido que llega a romantizar las autolesiones como vía de escape ante una realidad cada vez más precaria para la juventud.