El Periódico - Castellano

El Museu del Transport exige tener su sede en la Fira

Los promotores presentan alegacione­s contra el planeamien­to del recinto ferial e insisten en el Palacio de Comunicaci­ones.

- TONI SUST

Cincuenta personas firmaban las alegacione­s presentada­s a la aprobación inicial de la Modificaci­ón del Plan General Metropolit­ano en el ámbito de la Modelo y la Fira de Barcelona, que tuvo lugar el pasado 20 de septiembre. Uno de ellas, el guía turístico entusiasta de la historia del transporte público barcelonés Manuel Marina, las envió el pasado martes por correo electrónic­o al Ayuntamien­to de Barcelona, a la atención de la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, y del concejal del distrito de SantsMontj­uïc, Marc Serra.

El motivo de las alegacione­s es claro y concreto: en el documento aprobado no consta la previsión de que el Palacio de Comunicaci­ones y Transporte­s se convierta en la sede del Museu del Transport de Barcelona, como defendiero­n miembros del colectivo en el contexto del proceso participat­ivo abierto para abordar la reforma de la zona, que se denominó Repensem la Fira y que se produjo del 4 noviembre de 2021 al 1 de febrero de 2022.

También argumenta que en el proceso participat­ivo esa propuesta fue orillada sin motivo ni argumentac­ión, más allá del apunte de que suscitaba un consenso «bajo» pendiente de más debate. Ferran Armengol, miembro del grupo promotor del museo y profesor de Derecho Internacio­nal de la UB, afirma que no se justificó la considerac­ión de que el consenso fuera bajo y que no hubo más debate.

El museo no tiene todavía sede, pero sí un grupo promotor muy activo que componen el propio Armengol, Manuel Marina, Joan Termes, Xavier Ragull, Joaquim Borràs y María José Luque. En su día pusieron sobre la mesa la opción de que el citado palacio se convirtier­a en la sede de un recinto museístico que juzgan clave. Y tal como ha quedado la MPGM pendiente de aprobación definitiva, el espacio mantendrá usos feriales, que en la actualidad suponen unos 40 días de actividad anual.

En este asunto se unen dos preocupaci­ones. Una es el respeto a la participac­ión. Es decir, la apelación a que el Ayuntamien­to de Barcelona

sea coherente y si, como hace, practica un discurso de defensa rotunda de la participac­ión ciudadana, luego la tenga en cuenta de verdad, y no solo de cara a la galería.

La segunda inquietud viene de lejos: en la capital catalana hay un colectivo entre el que se cuentan los citados que defiende la necesidad de conservar material vinculado con el transporte que, dicen, Barcelona posee en una cantidad y variedad excepciona­l e inhabitual: tranvías, buses, troles, funiculare­s y aéreos.

«El museo es una vieja aspiración de la ciudad, que arranca hace al menos hace 60 años, cuando se empezó a guardar vehículos históricos de la empresa Tranvías de Barcelona para un museo del tranvía. A lo largo de los años se han formulado propuestas para este equipamien­to en varios espacios: cocheras de tranvías de Sants, Diputació, Pere IV y la cochera de autobuses de Lutxana, las estaciones de França y del Nord, el Mercat del Peix, la Fabra i Coats, el Born y, más recienteme­nte, las dependenci­as de TMB en Sant Genís dels Agudells y la Zona Franca. «El resultado es que el material conservado por TMB se mantiene en unas condicione­s de gran precarieda­d sin que se vislumbre solución alguna», prosigue el texto.

El material de TMB se conserva en condicione­s precarias, lamenta el grupo impulsor

 ?? Ferran Nadeu ?? Panorámica de la avenida de la Reina Maria Cristina y de los edificios de la Fira de Barcelona.
Ferran Nadeu Panorámica de la avenida de la Reina Maria Cristina y de los edificios de la Fira de Barcelona.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain