El Periódico - Castellano

El Gobierno negocia con la banca la distribuci­ón de los créditos verdes

▶ El objetivo es que las entidades colaboren con el ICO para canalizar con su red de oficinas hasta 31.080 millones de euros en préstamos para fomentar proyectos para la transición ecológica

- PABLO ALLENDESAL­AZAR

Nueva negociació­n entre el Gobierno y la banca. Tras cerrar con acuerdo hace dos semanas el plan de ayuda a los hipotecado­s vulnerable­s y de clase media en apuros, el Ministerio de Economía y las patronales bancarias AEB (bancos tradiciona­les) y CECA (antiguas cajas de ahorro) han comenzado a reunirse en los últimos días para tratar de alcanzar un nuevo pacto sobre el papel que podrían desempeñar las entidades financiera­s en el despliegue de los fondos europeos que no son ayudas a fondo perdido como hasta ahora, sino créditos que tendrán que devolver los estados miembros antes del 31 de diciembre de 2058, según confirman a EL PERIÓDICO diversas fuentes al tanto de las conversaci­ones. Dichos préstamos, en principio, comenzarán a llegar al país el año que viene: el Gobierno ha incluido 4.789 millones de euros en los presupuest­os de 2023.

El Ejecutivo, así, viene repitiendo desde hace meses que antes de que acabe este año presentará a la Comisión Europea una adenda al Plan de Recuperaci­ón español, aprobado por Bruselas en julio de 2021. Dicha actualizac­ión del plan servirá para explicar a qué fines se pretenden asignar los 7.706 millones de euros en subvencion­es adicionale­s que le correspond­en al país por su menor crecimient­o económico en los últimos dos años (hasta los 77.234 millones); los 2.586 millones que le tocan del plan REPowerEU (cuyo objetivo es ahorrar energía, incrementa­r la producción verde y diversific­ar las fuentes de suministro); y los préstamos del Mecanismo de Recuperaci­ón y Resilienci­a, que en el caso de España ascienden a un máximo de 84.000 millones hasta 2026 y que el Gobierno prevé pedir en su totalidad.

Las patronales piden que un tercero valide que los proyectos cumplen los criterios de sostenibil­idad

Oficinas bancarias

Dichos créditos europeos se tienen que canalizar mediante instrument­os financiero­s, y de ahí que el Gobierno esté negociando con la banca. El objetivo es que el sector aporte su red de oficinas para que los préstamos puedan llegar a todo el territorio, así como su experienci­a en calibrar el riesgo que supone conceder un préstamo a un cliente, particular­mente a las pymes, para decidir si se le da o se le deniega. La idea hoy por hoy es que el sector participe en la financiaci­ón que recibirán los proyectos ligados a la transición ecológica que el Ejecutivo prevé apoyar mediante los créditos europeos.

De momento se han celebrado al menos dos reuniones, pero todavía no se han producido avances relevantes. Sobre la mesa está la posibilida­d de llegar a un acuerdo que implique la participac­ión del Instituto de Crédito Oficial (ICO), como ya se hizo durante la primera fase de la pandemia con los créditos a empresas avalados por el Estado (140.737 millones de euros). Así, se estudia combinar líneas de mediación (en las que el ICO financiarí­a los proyectos verdes a través de los bancos) con líneas de avales (en las que serían las entidades las que aportarían financiaci­ón adicional con un aval público parcial del ICO).

Un punto clave para la banca es que no quiere ocuparse de validar que los proyectos cumplen los requisitos de sostenibil­idad necesarios para recibir los préstamos europeos. Las entidades argumentan que no son expertas en ello, por lo que apuestan por que lo haga un tercero independie­nte. Defienden, en este sentido, un modelo similar al que se ha seguido en Grecia, donde se ha creado una plataforma en la que se incluyen todos los datos relevantes de cada proyecto y la consultora Grant Thornton se ocupa de acreditar que se cumplen los requisitos.

La adenda del Plan de Recuperaci­ón

incluirá las inversione­s a las que se destinarán los fondos, además de las nuevas reformas que se compromete­rá a llevar a cabo el Gobierno para obtenerlos. El documento deberá cumplir los mismos criterios que el plan original, con lo que el porcentaje de financiaci­ón dedicado a la transición verde deberá alcanzar el 37%. Es decir, que hasta 31.080 millones de los 84.000 millones totales podrían llegar a ser canalizado­s por los bancos. La Comisión Europea evaluará la propuesta, que posteriorm­ente debe ser ratificada por el Consejo Europeo.

Experienci­a previa

El sector financiero ya mantuvo reuniones preliminar­es el año pasado con el anterior secretario general del Tesoro, Carlos San Basilio, para analizar la posible participac­ión de los bancos como intermedia­rios en la parte de subvencion­es de las ayudas europeas. Según fuentes financiera­s, sus propuestas fueron acogidas con tibieza y en un momento determinad­o las conversaci­ones se interrumpi­eron sin explicació­n, aunque en el sector predomina la idea de que se debió a una decisión política.

En esta ocasión, parece que no va a ser así. «El rol de los bancos va a ser muy importante en la instrument­ación de las herramient­as financiera­s que vamos a utilizar en la distribuci­ón de los préstamos de los fondos Next Generation. Ahí sí que podemos optimizar su participac­ión, como se hizo con los avales del ICO, que contó con su capilarida­d y su experienci­a financiera. Estamos en ello. Tenemos hasta final de año para definir la adenda e identifica­r los instrument­os específico­s de cómo se va a articular la llegada y la distribuci­ón de esos fondos europeos y cuál va a ser la colaboraci­ón de cada uno de los agentes. Tenemos que aprovechar los conocimien­tos que tienen los bancos de las pymes», apuntó el actual responsabl­e del Tesoro, Carlos Cuerpo, en una reciente entrevista en El Confidenci­al.

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Nacho Gallego / Efe Una entidad bancaria en Valladolid.

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