Descanso diario

que nos protege, construir una nueva rutina o deconstruirla. Estar lejos de casa te da una nueva perspectiva, una mayor capacidad para comprender la vida y valorar a tus seres queridos. Salir adelante sin todo lo que tenías cerca y hacerlo por ti mismo.

Es vital crecer y darse cuenta de la fortuna que se halla en lo más simple de la vida. Si tienes la suerte de poder irte, adelante, atrévete.

■ tuada se llevará el contrato.

Pues bien, si suponemos que las puntuaciones giran en torno a los 100 puntos, estos suelen repartirse de la siguiente manera: los primeros 50 se los quedará la propuesta que (dentro de un margen) sea la más económica. El resto se dividirá en partidas de producción, ejecución, innovación… hasta dejar los últimos tres o cuatro puntos (la puntuación más baja) a seguridad y salud. Por tanto, confirmamos que, en cuanto a la seguridad de los trabajadores, del dicho al hecho hay un gran trecho.

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Estamos demasiado acostumbrados a ver a jóvenes (y no tan jóvenes) concentrados en su

smartphone durante una reunión social, una comida familiar o incluso en el gimnasio. Este aislamiento tecnológico ya se ve como algo normal, cotidiano. Pero ¿es sano?, ¿cuántas horas sin móvil al día podríamos estar? Algunas personas, muy poco. Y debemos plantearnos un descanso tecnológico diario. Sobre todo, de las redes sociales, que de alguna manera nos dirigen hacia un cierto estilo de vida, a tener un físico concreto o a vestir a la moda. Esto, sobre todo en los más jóvenes, puede afectar negativamente o hacer que se centren en cosas que realmente no son tan importantes como socializar de forma sana, aficionarse a la lectura (muchos descubrirán que les aporta mucho más placer que las redes sociales) o, simplemente, enfocarse en

hobbies o tareas que les reporten la tranquilidad y estabilidad mental que tanto buscamos.

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