Científicos y economistas exigen acelerar las energías renovables
Un comunicado, impulsado por una quincena de profesionales y apoyado también por activistas, reclama el despliegue de proyectos a gran escala en Catalunya.
Una quincena de personalidades catalanas –entre las que se incluyen científicos, economistas, comunicadores, activistas y otros profesionales de reconocido prestigio– han lanzado un manifiesto para impulsar la transición energética en Catalunya. La iniciativa reclama emprender de manera inmediata una «transición energética a gran escala» en la que, por un lado, se acelere el despliegue de los grandes proyectos de energías limpias y, por el otro, se deje atrás el uso de los combustibles fósiles. «Catalunya está a la cola de Europa y de España en soberanía energética y energías renovables», denuncian los impulsores de esta declaración en una carta publicada ayer.
El manifiesto señala que en estos momentos Catalunya consume cerca de medio millón de barriles de petróleo diarios. La industria de los combustibles fósiles, en la que también se incluye el gas y el carbón, supone casi el 70% de la producción energética primaria del territorio. Este «uso abusivo» de estas fuentes de energía expone al planeta a un calentamiento global extremo de 2,8 grados de media y a un amplio abanico de catástrofes climáticas que, tal como pudimos «experimentar en primera persona este verano», incluyen desde olas de calor extremas hasta sequías, pérdidas agrícolas, incendios y aumento de la mortalidad.
«Nos encontramos en la etapa preliminar de lo que puede ser el mayor reto evolutivo de la especie humana y tenemos que hacer muchos preparativos», señala el manifiesto, en el que se reclama tanto «decrecer el consumo de energía» como «cambiar radicalmente la forma de generarla». En este sentido, los firmantes denuncian que solo el 17% de la energía que se genera en Catalunya es de origen renovable, frente al 46,7% de la media española. «Estamos muy lejos de países como Bélgica o Dinamarca,
de dimensiones similares a la nuestra, que con menos sol tienen 6.000 y 8.000 MW de capacidad de producción fotovoltaica instalados: aquí solo tenemos 455 MW», señala la declaración.
Según los planes presentados hasta la fecha por la Generalitat, Catalunya aspira a conseguir la «neutralidad climática» en 2050. Es decir, en menos de 30 años. Para
lograrlo se plantea, por un lado, reducir el consumo energético cerca del 40% y, por el otro, obtener el 97,5% de su energía de fuentes renovables. Esta declaración de intenciones, según señalan los firmantes de este manifiesto, choca con los proyectos puestos en marcha hasta la fecha. «Para llegar a los objetivos fijados, será preciso multiplicar por 33 la capacidad actual de producción solar y eólica en Catalunya», destaca la carta.
En la última década, Catalunya ha desestimado una serie de proyectos que, de haberse llevado a cabo, habrían producido al menos 1.369 MW y habrían permitido ahorrar más de 9.500 toneladas de emisiones dióxido de carbono. En gran parte, por los «impactos paisajísticos» y «ambientales» de estas iniciativas. Los impulsores del
Solo el 17% de la energía catalana es de origen verde, frente al 46,7% de la media española
manifiesto reconocen que «es innegable que existen incertezas» pero que, aun así, «no pueden convertirse en el pretexto para prorrogar aún más la transición energética» ya que «las consecuencias de no hacer nada serán mucho más graves».
La declaración apuesta por integrar el despliegue de centrales fotovoltaicas y parques eólicos tanto terrestres como marinos en los diferentes paisajes naturales. «Los parques eólicos y solares pueden convivir con las actividades agrícolas y ganaderas; y los parques eólicos en el mar pueden ser compatibles con el turismo y la conservación de la biodiversidad marina y de la pesca», señalan.
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