Acciones de un estadista
Queda negro sobre blanco que los actos de acoso denunciados contra el Rey comprendidos entre abril de 2012 y el 18 de junio de 2014 -lo que la sentencia llama «preabdication conduct»fueron actos de un jefe de Estado, por privados que pudieran parecer.
«La conducta denunciada previa a la abdicación es inmune a la jurisdicción de los tribunales de este país», dice la sentencia. Los actos de ese periodo –como
utilizar al CNI en vigilar a Corinna– que «solo un gobierno podría realizar» son para los jueces británicos «necesariamente actos públicos o soberanos». O sea, pertenecen a la vida política de Juan Carlos y no solo al ámbito privado de sus decisiones. Las órdenes que Juan Carlos I dio a los servicios secretos –según ha difundido Corinna Larsen– tiene para el tribunal británico «color de autoridad».