La UE vetará café y cacao cultivados en tierras deforestadas
El Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión cierran un acuerdo que obligará a las empresas a verificar y presentar una declaración de «diligencia debida».
Entre 1990 y 2020 se perdieron en todo el mundo 420 millones de hectáreas de bosques a causa de la deforestación, una superficie más grande que toda la Unión Europea, responsable del 10% de esa pérdida. Para poner coto a esta situación, una nueva legislación tratará de impedir la comercialización de productos procedentes de la deforestación. La norma afectará al ganado, el cacao, el café, la madera, el caucho, el carbón vegetal, los productos de papel impreso, el aceite de palma y la soja, y las empresas que quieran comercializar esos productos en la UE tendrán que garantizar que no proceden de tierras que hayan sido deforestadas.
El Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión cerraron ayer un acuerdo preliminar –todavía por formalizar– que obligará a las empresas a verificar y publicar una declaración de «diligencia debida» de que sus productos vendidos en la UE no han contribuido a la deforestación o degradación forestal en ninguna parte del mundo después del 31 de diciembre de 2020. En realidad, la nueva legislación no prohíbe ningún producto como tal pero las empresas no podrán venderlos si no llegan acompañados de la citada declaración.
«La UE es un gran consumidor y comerciante de productos básicos que contribuyen a la deforestación, como la carne de vacuno, el cacao, la soja y la madera. Las nuevas normas buscan garantizar que cuando los consumidores compren estos productos no contribuyan a seguir degradando los ecosistemas forestales. La UE va a asumir su responsabilidad», explicó el ministro checo de Medio Ambiente, Marian Jurecka.
Los eurodiputados han introducido durante las negociaciones la noción de que las empresas tengan que comprobar además que cumplen con la legislación del país de producción, incluidos los derechos humanos, y asegurarse de que se respetan los derechos de los pueblos indígenas. También han logrado añadir más productos a la lista inicial al incluir el caucho, el carbón vegetal, los productos de papel impreso y una serie de derivados del aceite de palma. Además, han arrancado una definición más amplia de degradación forestal que tendrá en cuenta también la conversión de bosques primarios o bosques de regeneración natural en plantaciones forestales u otras tierras arboladas. ■