El mundo árabe se une en torno a Marruecos tras su victoria en el Mundial
Los gritos se extendieron desde Bagdad a Casablanca, pasando por Beirut y El Cairo, y multiplicándose en Ramala y Argel. Más allá de las fronteras que las separan, millones de personas celebraron el martes al unísono la victoria de Marruecos frente a España. Y lo hicieron en el mismo idioma. En el mundo árabe, todos caminan hoy un poco más orgullosos después de que uno de los suyos se haya convertido en el primer país de lengua árabe que llega hasta cuartos de final en un Mundial. Puede parecer solo fútbol, pero no lo es. Por eso, los victoriosos jugadores marroquís izaron una bandera palestina cuando el mundo entero les miraba. Sus compatriotas árabes aplaudieron satisfechos.
Hasta la reina Rania de Jordania expresó su alegría. «¡Vaya, Marruecos, lo hiciste de nuevo!», afirmó en Twitter. La emoción panárabe llegó hasta Europa con las grandes capitales siendo escenario del jolgorio de tantos pueblos unidos en uno. Que un país como Marruecos venza a su antigua colonia puede otorgar grandes dosis de placer, pero que lo haga en la primera Copa del Mundo celebrada en un país árabe y musulmán lo multiplica. Las disputas políticas que han dividido a los estados árabes durante mucho tiempo parecen haberse esfumado.
El Mundial de Palestina
El Mundial de Catar se ha convertido en un foro abierto para las sociedades árabes que usan los estadios como tribunas. Sometidos a los dictámenes de sus regímenes represivos, la mayoría de sus habitantes no gozan de libertad de expresión en casa ni tampoco de canales abiertos para transmitir su descontento. Por ello, en las gradas colocan carteles, reproducen cánticos, conquistan el campo con espontáneos y banderas y aplauden clamores ajenos. Y muchos han decidido bautizar al Mundial de Catar como la «Copa del Mundo palestina». Nunca una competición deportiva había concentrado tantas banderas palestinas.
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