Airbnb solo tributó en España 286.000 euros al traspasar sus ingresos a Irlanda
▶ La plataforma ‘online’ de mediación de alquiler de pisos turísticos funciona en el mercado español como una mera agencia de publicidad
El gran negocio de Airbnb, el gigante mundial del alquiler turístico, no existe para la Agencia Tributaria española. La plataforma online cobra comisiones tanto a los dueños de los pisos turísticos como a los viajeros por hacer la intermediación del arrendamiento, pero el cobro de esas comisiones millonarias que aquí se generan no se queda en España, uno de los grandes mercados del grupo. Airbnb, como hacen otros grandes grupos del comercio online o del sector tecnológico, centraliza todos esos ingresos por comisiones en su matriz central para Europa, con sede en Irlanda, un país que sigue ofreciendo ventajas fiscales para las multinacionales. De cara a la Hacienda española, el grupo solo tiene una filial que se encarga de labores de marketing y publicidad tanto para su matriz irlandesa como para la corporación global, con sede en Estados Unidos.
El resultado de esta estrategia fiscal –que es plenamente legal– es que el pago de impuestos de Airbnb en España sea muy reducido pese al peso que el mercado español tiene en su negocio turístico. La filial española pagó el año pasado 286.337 euros en concepto de impuesto de sociedades, según las cuentas depositadas por la compañía en el Registro Mercantil. Un importe que se trata del efecto neto en sus resultados, porque la firma activó un crédito fiscal por 126.869 euros que cubrirá con las ganancias que prevé obtener en próximos ejercicios. Desde su llegada a España en 2011 y hasta el cierre de 2021, la compañía ha abonado en concepto de impuesto de sociedades 1,15 millones de euros, y ha declarado un beneficio neto acumulado durante más de una década de 2,2 millones de euros exclusivamente por su actividad de soporte comercial para la corporación. La filial española, Airbnb Marketing Services SL, con sede en Barcelona, no tiene a efectos fiscales ninguna actividad relacionada con el alquiler turístico y funciona como una mera agencia de publicidad. Los ingresos de la subsidiaria local se reducen a los servicios facturados a otras sociedades del grupo, los beneficios son reducidos y, con ello, también lo es el pago de impuesto de sociedades.
Tributan los propietarios
«Airbnb cumple con todas las normativas fiscales a las que está sujeta y paga todos los impuestos aplicables en los lugares donde opera. Airbnb Marketing Services SL proporciona servicios de soporte comercial y de marketing y paga todos los impuestos aplicables en España» subrayan fuentes de la compañía. El argumento del grupo es que, aunque los ingresos de Airbnb vía comisiones se centralizan en otro país (hasta un máximo del 18% del importe del alquiler), el 82% restante que queda en manos de los dueños de los pisos turísticos sí tributa en España. «La inmensa mayoría de la actividad económica que se genera a través de la plataforma permanece en las comunidades locales a través de los ingresos que obtienen los anfitriones, y estos están sujetos a impuestos locales». Desde Airbnb se insiste en que la compañía facilita información a los anfitriones para el pago de los impuestos a los que están obligados en España.
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