Balance de España
puesta a la oferta de Luis Rubiales. El presidente escucha a su entorno. El puesto cuenta con muchos aspirantes. El primero es Marcelino García, exentrenador del Athletic y el Valencia entre otros. No en vano, la plantilla actual tiene porvenir.
UN MODELO QUE SE CUESTIONA Suele pasar. A Luis Enrique o a cualquier técnico. Defender un estilo basado en el juego combinativo topa con aquellos detractores que todavía pregonan la furia y la casta como guía para abordar los partidos. La nostalgia por un enfoque que nunca reportó ningún éxito.
La propuesta de Luis Enrique, añadida a su fuerte personalidad, más tendente a la discusión que a la proximidad, le ha granjeado la evidente animadversión de varios medios de comunicación, no de la hinchada, a la que ha atraído para sí con la espontaneidad de sus intervenciones en Twicht. Esa beneficiosa campaña de imagen no frena el alud de críticas por la gestión del equipo. Desde la convocatoria de algunos futbolistas a la dirección del último partido. «Los jugadores han cumplido al cien por cien mi plan de juego», aseguró, liberándoles de la responsabilidad de la eliminación, y asumiéndola él por completo.
Se marchó España de Rusia tras caer por penaltis ante el anfitrión y se marcha de Catar tras sucumbir desde el mismo lugar con Marruecos, sin disculpa ni atenuante posible. Falló España por completo por no saber abordar una defensa tan cerrada, por no encontrar alternativas tácticas, por carecer de acierto en las ocasiones que hubo, por dar más de mil pases…
REALIZADOS (939 DE MEDIA POR PARTIDO)
MALDITOS PENALTIS Todo se le puede achacar a Luis Enrique, que sí admitió su error al dar entrada tan tarde a Pablo Sarabia para que chutara un penalti. Pudo haberse convertido en una genialidad si el disparo del delantero zurdo, con la derecha, no hubiera golpeado en el palo en la última oportunidad. Pero el fallo del penalti de Sarabia, de nuevo al palo, lo cataloga de veleidad, cuando relevó a Nico Williams, que a su vez había entrado de suplente. Solo faltó que el técnico aludiera a los mil penaltis lanzados que había pedido a sus jugadores para que el comentario le golpeara como un bumerán con los tres fallos de Sarabia, Carlos Soler y Sergio Busquets.
La España de Fernando Hierro, ante la defensiva Rusia como lo fue Marruecos, llegó a la tanda. Fatídica, como siempre. Aquel día fallaron Koke y Iago Aspas, dos emblemas de los presuntamente proscritos de Luis Enrique. España solo ha ganado una tanda de las cinco lanzadas: a Irlanda en 2002. Sucumbió frente a Bélgica (1986), Corea del Sur (2002), Rusia (2018) y Marruecos (2022). Es un mal endémico.
FIN DE ERA PARA VETERANOS Sergio Busquets, el capitán, fue el tercer lanzador que falló de los tres primeros designados por Luis Enrique. Los otros dos, pedidos por los voluntarios que se ofrecieron, ni chutaron. Hakimi anotó el 3-0, estableciendo una distancia insalvable. Investido capitán por ser el más veterano, es el mediocentro del Barça el último,
DE MEDIA POR PARTIDO
REALIZADOS (12,5 POR PARTIDO); 18 A PUERTA (4,5)
TÁCTICO EN TODO EL MUNDIAL (4-3-3)
ERIC GARCIA, YEREMI PINO, HUGO GUILLAMÓN, ROBERT SÁNCHEZ Y DAVID RAYA de la selección. El todavía vigente técnico apostaría por su continuidad (y posiblemente de Jordi Alba), y de casi todo su plantel, convencido de la calidad futbolística de todos, más allá de la sintonía personal que sienta con cada uno de ellos. Una de las virtudes de Luis Enrique es que ha ido rejuveneciendo al equipo.
Ansu Fati, Gavi, Pedri, Balde, todavía sin traspasar la barrera de los 20 años, todos ellos titulares (o casi) en el Barça, auguran un gran futuro, junto con la mayoría de los componentes del grupo de otros equipos. El reto tal vez les llegó demasiado pronto. Necesitan tiempo. Todos son más jóvenes que el más joven de la plantilla de Sudáfrica. Era Busquets, tenía 21 años y estaba rodeado con un ramillete de expertos que había completado el primer sextete jamás ganado por un club.
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