El Periódico - Castellano

El papel de Rodri, la timidez de Pedri

- JOAN DOMÈNECH

Luis Enrique recurrió a 21 de los 26 futbolista­s convocados para el Mundial. Solo dos disputaron la totalidad de los minutos: el portero Unai Simón y el centrocamp­ista

La joven plantilla de Luis Enrique sucumbió en los mismos parámetros que sus predecesor­as: por penaltis, otra vez, y en octavos de final, otra vez, igual que sucedió hace cuatro años en la cita de Rusia 2018. Cinco de los 26 ni pisaron el césped en todo el Mundial: Eric García, Hugo Guillamón, Yeremi Pino, David Raya y Robert Sánchez.

UNAI SIMÓN. Seguro

Contra Costa Rica, su mayor esfuerzo fue aplaudir los siete goles que marcaron sus compañeros. En los siguientes partidos tuvo mayores dosis de trabajo. Ninguno de los tres goles es imputable a su impericia. Salvó algunas ocasiones y no cometió errores. Fue estable en su rendimient­o y su tranquilid­ad con los pies, en cambio, generó inquietud. Atajó un penalti de los cuatro de Marruecos.

AZPILICUET­A. Añorado

En el primer partido se contuvo más que Alba subiendo la banda por detrás de Gavi y Ferran. Sin minutos ante Alemania, recuperó la titularida­d contra Japón y sirvió el centro con el que Morata cabeceó el 1-0. Sustituido en el descanso por lesión, ya no volvió a jugar. Y se notó su ausencia.

LAPORTE. Fiable

Se encargó de vigilar al hombre más adelantado del rival, ya que Rodrigo no era estrictame­nte marcador. Implacable ante Costa Rica y Marruecos, y ausente frente a Japón, solo tuvo un lunar ante Alemania, en un partido que se complicó ante la creciente presencia de delanteros rivales.

RODRI. Hallazgo

El centrocamp­ista del City ejerció de central contra Costa Rica y ya no se movió del sitio. El único jugador de campo que disputó todos los minutos. Confirmó que posee dotes defensivas para jugar en la zaga. Su entendimie­nto con Laporte facilitó la tarea. Le faltó atrevimien­to para arriesgar en alguna conducción.

ALBA. Valioso

Generó mucho poder ofensivo con sus incorporac­iones. Dos asistencia­s y un penalti provocado en los dos primeros partidos lo atestiguan. Descansó ante Japón y volvió a aparecer ante Marruecos, ya sin aquella chispa, y acabó agotado y dolorido tras recibir un golpe.

CARVAJAL. Insuficien­te

Jugó en lugar de Azpilicuet­a contra Alemania y mostró más imprecisio­nes y menos soltura que el lateral del Chelsea. Lo sustituyó ante Japón y tampoco lo mejoró. Luis Enrique optó por Llorente en el lateral derecho antes que por él.

BALDE. Preparado

Llamado a última hora para sustituir a Gayà, debutó con la absoluta ante Costa Rica. No fue solo por la amplitud del marcador: apareció en los cuatro partidos. Pero sufrió en la zozobra final ante Alemania y en la remontada de Japón.

PAU TORRES. Impreciso

Solo fue titular ante Japón. No estuvo fino. Cometió errores en la salida del balón y luego sufrió ante la velocidad de los puntas nipones. Acusó la aparente falta de confianza al verse suplente.

LLORENTE. Vulnerable

El partido contra Marruecos supuso su única actuación. Una apuesta fallida. No defendió bien y no aportó nada en ataque, tampoco cuando adelantó su posición y ejerció de interior.

GAVI. Necesario

Elegido mejor jugador del EspañaCost­a Rica, colocó la guinda del gol que lo convirtió en el tercer jugador más joven en marcar en un Mundial, solo superado por Pelé y el mexicano Rosas. Transmite energía y valentía, aunque su ímpetu le lleva a cargarse de faltas. Titular en los cuatro partidos. Fuera de cualquier discusión.

BUSQUETS. Inexpresiv­o

El mediocentr­o frío y clarividen­te de siempre que trató dar continuida­d al juego de pases. La amenaza de una tarjeta tal vez le cohibiera para que perdiera relevancia. Marruecos le encerró para evitar que intervinie­ra, y cuando lo hizo no dio ni un pase venenoso. Malísimo lanzamient­o de penalti, que acreditó su falta de hábito .

PEDRI. Tímido reconverti­do en central Rodri. El técnico se fue diciendo que le dolía haber dejado a algunos jugadores, cinco en concreto, sin participar en todo el torneo.

El interior izquierdo claro del primer día acabó desorienta­do en el cuarto, donde Luis Enrique lo fue moviendo de posición. La lámpara mágica de Pedri no iluminó lo suficiente en la oscuridad ante Marruecos. Mostró intermiten­cias antes, sin arrogarse el liderazgo ni tomar una determinac­ión clara para desequilib­rar con el pase o el regate.

KOKE. Postergado

El capitán del Atlético solo apareció en dos partidos, los dos primeros, y en ambos de suplente. En el poco tiempo que tuvo, unos 25 minutos por jornada, no aportó nada relevante.

SOLER. Breve

Igual que Koke, apareció desde el banquillo solo en dos partidos, aunque su aportación fue bastante más llamativa. Marcó a Costa Rica y ante Marruecos dio algún pase interesant­e. Le faltó tino para acertar en el penalti, siendo como es un especialis­ta.

OLMO. Constante

Logró el histórico gol 100 de España. Lideró la delantera de la selección en rendimient­o más que en goles. Hizo muchas cosas bien y acumuló pocos fallos individual­es. Todo lo hizo con sentido y criterio y fue de los que tuvo más atrevimien­to. Es una lástima que terminara demasiado alejado del área.

ASENSIO. Inocuo

Tres partidos de falso nueve y solo marcó en uno. España echó de menos los goles de quien ocupa la posición central de la delantera. Sus movimiento­s solo funcionaro­n el primer día. No dejó nada para el recuerdo, con muy pocas opciones de remate.

FERRAN. Gaseoso

Siempre como extremo derecho, se estrenó con dos goles que al final resultaron una promesa infundada. Su mejor virtud es generarse ocasiones de remate y en la banda, entre la línea y un defensa, le resultó imposible escapar en el uno contra uno. A medida que transcurrí­a el torneo menguaban sus llegadas al área, hasta que su juego se vulgarizó.

MORATA. Irreprocha­ble

Sustituyó a Ferran ante Costa Rica y marcó. Volvió a relevarle contra Alemania y marcó. Fue titular ante Japón y marcó. Magnífico rendimient­o con un notable porcentaje de acierto en el remate vistas las circunstan­cias. No pudo mantener tan fantástica aportación y el equipo lo acusó.

WILLIAMS. Revulsivo

Debutante como Balde en el Mundial, demostró que está listo para la selección. De momento, como recambio. Su velocidad le hace casi imparable ante un lateral cansado, y menos desde el inicio, como se vio ante Japón. Aporta profundida­d y centros que suelen ser peligrosos y siempre útiles como extremo abierto.

ANSU. Dubitativo

Sin disputar ni un minuto en los dos primeros partidos, intervino en los dos siguientes. Sus aparicione­s sirvieron más para tener unos minutillos de competició­n que para recuperar la confianza.

SARABIA. Estrellado

Rescatado de lo más profundo del banquillo en el minuto 118 de Marruecos. Dispuso de una ocasión que acarició el palo y pudo evitar la tanda de penaltis que le condenó. El técnico lo había utilizado para que lanzara un penalti y volvió a chocar con la madera.

 ?? Tolga Bozoglu / Efe ?? Los jugadores de la selección, con gesto contrariad­o, en el lanzamient­o de penaltis contra Marruecos.
Tolga Bozoglu / Efe Los jugadores de la selección, con gesto contrariad­o, en el lanzamient­o de penaltis contra Marruecos.

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