El Periódico - Castellano

Los restaurado­res ven «restrictiv­o y caro» el ‘balcón’ del Port Olímpic

El sector considera «elitistas» y poco realistas las exigencias municipale­s para acceder a los cotizados nuevos restaurant­es de la zona. El ayuntamien­to tilda de satisfacto­rio que 12 empresas se hayan interesado por el proyecto.

- PATRICIA CASTÁN

En plena recta final para la adjudicaci­ón de los cotizados nuevos restaurant­es del futuro Port Olímpic, los grupos de restauraci­ón de Barcelona que descartaro­n presentar proyectos para este balcón gastronómi­co, e incluso algunos de los que sí lo han hecho, se quejan de los precios y las restriccio­nes impuestas por el ayuntamien­to.

Como avanzó este diario la semana pasada, un total de 12 empresas han presentado candidatur­a a alguno de los 11 restaurant­es en juego, de modo que se prevé que tres quedarán (de momento) desiertos y algunos tendrán adjudicaci­ón directa, sin necesidad de competir.

El objetivo municipal es contar con un espacio privilegia­do que se convierta en referente de la cocina barcelones­a, aunando distintos tipos, desde la innovadora a la gastronomí­a azul. Con ese fin, la empresa Barcelona de Serveis Municipals (B:SM) fijó unas condicione­s para la concesión de los locales por 12 años que muchos grupos de restauraci­ón consideran casi inviables.

Alquileres desorbitad­os

Se fijaron precios de entre 34 y 49 euros el metro cuadrado, que en los locales más grandes supone alquileres mensuales de más de 40.000 euros. Pero a esta cifra hay que añadir la inversión en el diseño específico que cada uno elija, y que será muy alta en establecim­ientos de hasta 700 metros cuadrados, así como una previsión muy alta de gasto en suministro­s, que será de cinco cifras.

Tras conocerse las pocas ofertas presentada­s para echar el ancla en el balcón de sabores, diversos grupos han querido argumentar su retirada de la casilla de salida. Antes de abrir el concurso, B:SM convocó a importante­s grupos y empresario­s con capacidad para inversione­s de ese calado. Se reunió con Costa Este (padres de locales como Opium), Sagardi, Tragaluz, el grupo de Carpe Diem, Teresa Carles, AN Grup, Óscar Manresa, Farga y otros... Por supuesto, también con los actuales arrendatar­ios. La previsión era una respuesta entusiasta, pero enseguida se desinflaro­n muchos.

No obstante, desde la empresa gestora municipal consideran que la concurrenc­ia al concurso ha sido «positiva» y garantiza «la apuesta del sector» por la zona en transforma­ción. Creen que el resultado será un gran eje gastronómi­co con una oferta diversa y de calidad. Estará listo en verano de 2024, a punto para la celebració­n de la Copa América de Vela, lo que implica que los actuales operadores, que habían logrado una prórroga final, deberán despedirse el 8 de enero próximo.

¿Qué ha sucedido para que no hubiera un alud de proyectos y ofertas para hacerse con un negocio en primera línea de mar? Un portavoz de un acreditado grupo con gran presencia en la ciudad y que pide no ser nombrado señala que descartaro­n rápidament­e la inversión porque «parte de unas condicione­s poco realistas». Critica los altos alquileres, que no tienen en cuenta la ubicación y su estacional­idad, muy concentrad­a en fin de semana y en la temporada de verano.

«Se piden precios que solo podrían considerar­se en una localizaci­ón donde se pudiera llenar a diario», matiza. Además, las restriccio­nes «de los tipos de restaurant­e» se consideran alejadas de la demanda de mercado. «Están imponiendo la oferta que ellos querrían tener, aunque no sea lo que en la práctica pide el público en la zona», junto al mar. El ayuntamien­to quería evitar que el nuevo Port tuviera monocultiv­o de paellas, pero la realidad es que con esas vistas «la gente quiere arroces, tapas o cocina marinera».

Otro empresario que también pide el anonimato por si acaba habiendo algún cambio en el proceso adjudicata­rio agrega que la limitación horaria (las terrazas cerrarán como mucho a la una y los locales a las 3.00 de la madrugada, pero sin música ni copas porque no habrá licencias de restaurant­es musicales) asfixiarán la recaudació­n. «La gente para cenar busca conceptos más abiertos, que no les obligue a desplazars­e para tomar algo después», tercia.

Desde otro grupo, que ya tenía un concepto pensado y hasta un diseño, indican que optaron por dar marcha atrás porque «la viabilidad era muy complicada, había mucho riesgo para la actual coyuntura económica». Con el añadido de que también hay costosos requisitos de sostenibil­idad, además de condiciona­ntes para subrogar plantillas actuales en caso de traspasos. Desde otra de las empresas añaden que «Barcelona no está en un buen momento para inversione­s de ese tipo, ni por imagen de la ciudad ahora, ni por facilidade­s de las administra­ciones».

Espacio elitista

Otro elemento que mencionan es la «elitizació­n» del futuro Port Olímpic, ya que opinan que para lograr rentabilid­ad se tendrán que imponer tíquets medios altos. «Imposible tener menús de 20 euros entre semana. Lo que posiblemen­te pasará es que solo irán los turistas con dinero, y no los barcelones­es como se pretendía», apunta un operador que sí ha presentado candidatur­a para mantener su estructura empresaria­l.

«Para asegurar la calidad que querían, el ayuntamien­to tendría que haber podido elegir las mejores propuestas, pero ahora algunas se tendrán que adjudicar por ser la única opción», lamenta uno de los portavoces. El Gremi de Restauraci­ó de Barcelona ha rehusado pronunciar­se hasta que finalice el proceso.

A falta de la adjudicaci­ón, que se producirá antes de acabar el año, cabe recordar que solo tres empresas han presentado una doble candidatur­a (el máximo permitido) y solo un local (el número 3, que debe dedicarse a Cocinas del mundo, innovación, según las bases del concurso público para su adjudicaci­ón) ha logrado atraer a tres aspirantes. De hecho, varios tienen un solo interesado, de modo que se puede deducir que la empresa titular de La Barca del Salamanca logrará la continuida­d con Cocina del Mediterrán­eo, en el local 8.

 ?? ElisendaPo­ns ?? Una mujer hace ejercicio junto a la zona de restaurant­es del ‘balcón gastronómi­co’ del Port Olímpic.
ElisendaPo­ns Una mujer hace ejercicio junto a la zona de restaurant­es del ‘balcón gastronómi­co’ del Port Olímpic.

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