La deserción de una demócrata complica la mayoría de Biden en el Senado
Dura poco la alegría en casa del pobre, aunque sea solo pobre en escaños. Solo tres días después de que el partido del presidente Joe Biden consiguiera con la victoria en una segunda vuelta en Georgia ampliar de 50-50 a 51-49 su exigua mayoría en el Senado de Estados Unidos, la demócrata conservadora Kyrsten Sinema, elegida por Arizona, ha anunciado que abandona el partido y se registra y pasa a funcionar como independiente.
El movimiento no significa automáticamente una alteración de cómo se reparte el poder en la Cámara Alta. Sinema ha prometido que no cambiará cómo ha estado votando en los últimos cuatro años y también ha asegurado en una entrevista con Politico que no se integrará en el grupo de los republicanos, lo que hará que los conservadores no puedan superar los 49 escaños. Su deserción, en cualquier caso, tiene consecuencias, porque Sinema tampoco ha garantizado que vaya a hacer grupo con los demócratas, como sí hacen los senadores independientes Bernie Sanders y Angus King.
De nuevo, Manchin
El paso de Sinema vuelve a dotar de enorme peso a Joe Manchin, otro senador demócrata conservador que con ella ha sido la mayor piedra en el zapato para la agenda legislativa de Biden los dos últimos años. Se han opuesto a medidas que habrían subido impuestos a empresas y rentas más altas, así como a iniciativas para ampliar derechos de voto. Sinema también ha frenado intentos de subir el salario mínimo. Y ella y Manchin, elegido por Virginia Occidental, han obligado a descafeinar leyes como la de gasto social y medioambiental.
Desde la Casa Blanca se ha intentado minimizar el impacto de la decisión de Sinema. La portavoz, Karine Jean-Pierre, aseguró en un comunicado que tienen «todas las razones para esperar seguir trabajando con ella», alguien que ha votado el 90% de las veces a favor de las propuestas de Biden.
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