Barcelona se cuela en un calendario de meteorólogos
Alfons Puertas, el cazador de amaneceres de la capital catalana y técnico en el Observatorio Fabra, mandó unas fotos para el almanaque de 2023 de la Organización Meteorológica Mundial, y unas nubes de verano serán la portada del mes de junio.
Alfons Puertas es uno de los pocos hombres que pueden verse desde cualquier punto de Barcelona. Es el meteorólogo del Observatorio Fabra, uno de los elementos arquitectónicos más reconocibles y apreciados de la ciudad, y del mismo modo que la esfera de su techo se ve desde los diez distritos, también él puede verlo todo cuando se asoma al terrado, cosa que pasa muy a menudo. Y no solo para controlar las vicisitudes del tiempo, también para saciar su otra gran pasión: la fotografía. Este diario ya les contó en su momento que Alfons es un auténtico cazador de amaneceres, un maestro del alba; un tipo único a la hora de retratar fenómenos vinculados con el clima. Ahora se ha dado cuenta de ello la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que ha incluido una foto suya –de Barcelona, claro– en su calendario de 2023.
«Se formó mar adentro»
Es una imagen, detalla Alfons a este diario, del 18 de agosto de 2022. La hizo a media tarde, cuando, curiosamente, su ojo se dirigía más hacia el otro lado del Tibidabo, hacia el Vallès, de donde se esperaba que llegara una tormenta. «Pero de golpe se formó mar adentro esta nube, un cumulonimbus calvus. La singularidad de la fotografía es que está muy centrada y también aislada. Y se distingue muy bien». No generó una gran precipitación, pero le brindó esta imagen que se ha convertido en portada del mes de junio de la OMM.
No hay premio económico, pero Alfons no cabe de satisfacción por lo que supone de reconocimiento por parte de la entidad más importante del mundo en materia de meteorología. Para entendernos, es la nave nodriza de la Agencia Española de Meteorología y del Servei Meteorològic de Catalunya. «Al margen de la ilusión de que te elija una entidad tan importante, se agradece mucho por el prestigio que supone que hagan difusión de una foto tuya», sostiene el guardián del clima del Tibidabo.
No era la imagen preferida
Alfons mandó cuatro fotos y esta no era su preferida. De hecho, la adjuntó por cercanía temporal: las envió ese mismo mes para que la OMM deliberara. Se aficionó a la fotografía hace 20 años, cuando entró a trabajar en el Fabra (propiedad de la Reial Acadèmia de Ciències i Arts de Barcelona) y se dio cuenta de que cada día tenía a sus pies y sobre su cabeza unos paisajes espectaculares. Los retrata y a la vez realiza una encomiable labor de pedagogía, puesto que acompaña las fotos de una breve explicación de lo que puede verse, siempre desde el punto de vista meteorológico.
Dice que sigue como el primer día, con la cámara al hombro y pendiente del cielo y del mar. Cuenta que el mes de noviembre empezó aburrido pero al final la cosa se ha ido animando. Veremos cómo va diciembre. Sobre la meteorología y la falta de lluvia, mejor no hablar.
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No hay premio económico, pero es un reconocimiento a la labor fotográfica y pedagógica del autor