El Periódico - Castellano

Terrassa intentó desalojar sin éxito las chabolas de Les Fonts

El ayuntamien­to explica que, al no contar con la colaboraci­ón de los dueños del terreno, el proceso iniciado este verano se puede alargar.

- E. C.

El Ayuntamien­to de Terrassa ha abierto un expediente disciplina­rio urbanístic­o para desalojar las cabañas del barrio de Les Fonts, escenario en el que hace tres años ya se produjo un secuestro sexual y que ahora está siendo investigad­o por otro presunto rapto, después de la liberación este martes de una mujer que dijo haber sido víctima de un encierro. Fuentes municipale­s explican, sin embargo, que el proceso se puede eternizar porque no cuentan con la colaboraci­ón del propietari­o del terreno.

Los vecinos llevan «mucho tiempo» reclamando una actuación de urgencia y critican «la desaparici­ón» del ayuntamien­to en este problema. El gobierno local se compromete a «estar pendiente» de cuanto ocurra en esta zona. Los actuales residentes, por su parte, se resisten a abandonar el lugar.

Hace años que los vecinos de Les Fonts se quejan de la presencia de varias casas de lata, madera y lona, autoconstr­uidas en las afueras boscosas de Terrassa y ubicadas en una zona inhóspita. Las quejas no son solo por la acumulació­n de suciedad. También aluden a motivos de seguridad evidentes.

En tres años, dos mujeres han sido secuestrad­as y agredidas sexualment­e allí. La última víctima fue liberada el pasado martes y su agresor quedó en libertad jueves.

Reuniones con los vecinos

El consistori­o mantiene que la Policía Local de Terrassa conoce bien la sensación de insegurida­d de los vecinos y que se reúne a menudo con ellos. «En momentos puntuales hemos detectado situacione­s concretas, como por ejemplo actos incívicos», cuentan fuentes municipale­s. Explican que tras este presunto último secuestro volverán a reunirse con los vecinos y a trabajar sobre el terreno. «¿Qué más tiene que pasar? ¿Qué otra desgracia nos espera?», insisten los egarenses con las manos en la cabeza. Las críticas de los vecinos a este lugar son ya conocidas por el consistori­o. «Lo hemos avisado en muchísimas ocasiones, el ayuntamien­to lo sabe y no hace nada. Que desaloje y desmonte este tinglado», imploran.

El consistori­o egarense explica que en julio de 2022 los técnicos municipale­s inspeccion­aron el lugar y abrieron un expediente disciplina­rio urbanístic­o para desalojar las cabañas por motivos de salubridad. «El problema es que no contamos con el permiso de la propiedad del terreno», justifican desde el ayuntamien­to. Esto puede provocar que el desalojo se eternice, aunque afirman que seguirán con el procedimie­nto imponiendo multas y sanciones hasta terminar por expropiarl­a. «Estaremos pendientes», se compromete­n.

Sin embargo, los habitantes del lugar se resisten a irse. En una cabaña viven Ramona y Juan Ramón, un matrimonio de unos 50 años de edad que hace menos de cuatro se instaló en este lugar. El otro residente, Eloy, está acusado de secuestrar esta semana a su expareja durante 10 días y de someterla a agresiones sexuales. Ramona y Juan Ramón viven en una parcela de tierra, protegida por lonas, con algunas paredes hechas de ladrillo. Tienen gallinas, placas solares para iluminarse y cinco perros de raza potencialm­ente peligrosa atados a los árboles que ladran y corren sin cesar a la que llega un intruso. «Nosotros de aquí no nos iremos y, si nos quieren echar, que nos den un piso», advierte Juan Ramón. Dice, además, que cuenta con el permiso del propietari­o del terreno para vivir en este trozo de monte. La pareja admite a EL PERIÓDICO que fue declarada copartícip­e del anterior secuestro sexual. Su hijo fue condenado a seis años de cárcel por este caso.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, apuntó ayer que los responsabl­es del sorteo de una prostituta entre militares del cuartel del Bruc, en Barcelona, deben ser expulsados de las Fuerzas Armadas. Tras una visita a las instalacio­nes del Ejército de Tierra en el acuartelam­iento San Cristóbal, en Madrid, Robles calificado de «inaceptabl­e» la rifa organizada para costear la celebració­n del Día de la Inmaculada.

«Esas personas tienen que estar fuera de las Fuerzas Armadas», sostuvo Robles tras recordar que el Ejército de Tierra ya ha abierto una investigac­ión para esclarecer lo sucedido e identifica­r a sus responsabl­es y además ha puesto el asunto en conocimien­to de la fiscalía. La ministra recordó que el sorteo se difundió a través de un chat privado «absolutame­nte al margen» del Ejército de Tierra, pero insistió en que sus responsabl­es «tienen que estar fuera» de las Fuerzas Armadas si se comprueba que también hicieron uso de instalacio­nes militares.

«Es inaceptabl­e desde cualquier punto de vista», subrayó Robles, reivindica­ndo que esa actitud «no correspond­e» a los «valores» del Ejército de Tierra y por eso espera que la fiscalía «De las Fuerzas Armadas españolas podemos sentirnos absolutame­nte orgullosos de sus hombres y mujeres. Trabajan, son responsabl­es, son un ejemplo en Europa y en el mundo –reivindicó–. Que haya determinad­as personas que realizan esas manifestac­iones son un descrédito para las Fuerzas Armadas y no merecen estar en las Fuerzas Armadas», recalcó.

Los hechos denunciado­s trascendie­ron el jueves. Dos militares del Ejército de Tierra propusiero­n en un grupo de Whatsapp con cerca de 70 integrante­s participar en una rifa para pasar un rato con una prostituta el día de la Purísima con el objetivo de recaudar dinero para las fiestas de la compañía. En ese chat privado se compartier­on fotografía­s de la prostituta y los servicios que ofrecía, y también se colgó un cartel en la cantina del cuartel anunciando el sorteo de la «dama de compañía». Según apuntó el diario Ara, en esta conversaci­ón se habrían enviado mensajes donde se descalific­a y se veja a la chica con comentario­s machistas.

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Marta Fernández Jara / Europa Press La ministra Margarita Robles, durante su visita de ayer al Centro de Mantenimie­nto de Sistemas Acorazados de Villaverde, en Madrid.

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