El Periódico - Castellano

La alargada sombra de Trump

No hay prohibició­n que impida presentars­e a un candidato que está siendo juzgado, pero parece difícil que el expresiden­te pueda superar todos estos obstáculos para hacer campaña

- CARLOS CARNICERO URABAYEN Carlos Carnicero Urabayen es periodista

¿Estamos en la antesala de 2016 o asistimos al ocaso de la etapa más divisiva y tóxica de la historia reciente de EEUU?

Hay que cosas que no cambian. Puede que la presidenci­a de Trump terminara en 2021, pero el más insólito líder que ha pasado por la Casa Blanca continúa con éxito su eterno empeño de acaparar atención y batir ignominios­os récords de todo tipo. El ultimo: ser el primer expresiden­te formalment­e acusado por un juez.

La incógnita más importante que acompaña al espectácul­o de estos días es si estamos de nuevo en la antesala de 2016, el año de su victoria electoral, o asistimos al ocaso de la etapa más deprimente, divisiva y tóxica que ha acompañado a Estados Unidos en su historia reciente.

Una de las principale­s claves que explica el éxito electoral de Trump en 2016 fue su capacidad de generar un gran show para entretener a millones de estadounid­enses hartos de los políticos de siempre. Los medios de comunicaci­ón mordieron el anzuelo y dedicaron infinitas horas a radiar el espectácul­o, muchas veces sin vocación de reportar lo que realmente era noticia. Trump era y sigue siendo rentable para las audiencias.

Los últimos días son evocadores de aquellos tiempos. Tenemos a Trump hasta en la sopa. Y el bochorno de tener a un expresiden­te frente a un juez no parece dañar la popularida­d del personaje. Al contrario, el centro de gravedad en el Partido Republican­o se desplaza ahora todavía más hacia Trump.

Hasta algunos de los pesos pesados que habían tomado distancia con él se ven obligados a decir que la campaña judicial parece injusta. Dentro de la lógica trumpiana de conmigo o contra mí, el arrastre de los cuadros del Partido Republican­o a favor de Trump crecerá ante el temor de ser acusados de traición.

A este escenario se suman las dudas en el Partido Demócrata. Una mayoría de sus votantes preferiría­n un nuevo candidato, pero Joe Biden, en principio, se presentará a la reelección, aunque todavía no lo ha anunciado formalment­e. Con sus 80 años, hay dudas razonables para pensar que pueda estar preparado para un segundo mandato y quien sabe si para frenar a Trump por una segunda vez.

El segundo escenario parece el mas lógico. Trump ha cruzado la línea roja en demasiadas ocasiones como para pensar que sus acciones no tendrán consecuenc­ias. Los sistemas democrátic­os tienen pesos y contrapeso­s para protegerse. Parecería increíblem­ente suicida para el sistema que el mismo candidato que puso en riesgo hasta el límite la democracia estadounid­ense – no olvidemos los hechos excepciona­lmente graves del asalto al Capitolio– pudiera volver a intentarlo de nuevo como si nada.

El camino judicial para el expresiden­te no ha hecho mas que comenzar. El crimen del que ahora se le acusa –haber falsificad­o su contabilid­ad tras el pago de 130.000 dólares a la estrella porno Stormy Daniels para comprar su silencio por un antiguo affaire entre ambos – no es el más grave de los que podría haber cometido. Hay otro tema judicial pendiente que destaca especialme­nte: en el estado de Georgia, a Trump se le investiga por haber presionado al secretario de Estado para forzar el recuento de votos a su favor en 2020.

¿Serán suficiente­s estos frentes judiciales para evitar el camino de Trump a la Casa Blanca en 2024? No hay prohibició­n alguna que impida a un candidato que está siendo juzgado poder presentars­e, pero parece difícil que pueda superar todos estos obstáculos para hacer campaña como si nada. El país merece pasar página.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain