El Periódico - Castellano

Van der Poel gana con épica una alocada París-Roubaix

El nieto de Poulidor triunfa en el ‘Infierno del Norte’ después de vencer en la Milán-San Remo y acabar segundo en el Tour de Flandes.

- SERGI LÓPEZ-EGEA

Cuando tienes la suerte de cara nada te puede obstaculiz­ar. Solo te espera la gloria, entrar solo en el velódromo de Roubaix y ganar el segundo monumento de 2023, el infierno convertido en paraíso, en el cielo y en el jardín plagado de piedras de Mathieu van der Poel.

Es una furia. Es el ciclista que ataca a 51, a 47 y a 45 kilómetros de la meta. Es el que se aprovecha de las desdichas de sus adversario­s. Es el Van der Poel que sale con vida, el único que no sucumbe al endemoniad­o Carrefour de l’Arbre, el más duro de cuantos sectores de adoquines esconde la París Roubaix, porque el bosque de Arenberg siempre los coge demasiado lejos de meta, aunque en este 2023 fuera el lugar escogido por el Jumbo del siempre bravo, increíble y maravillos­o Wout van Aert para levantar chispas sobre las piedras, aunque los neumáticos de su equipo, como si fuera la desdicha de una escudería de F-1, no se comportara­n como los ciclistas merecían: primero pinchó Christophe Laporte, después poner la carrera patas arriba, y luego, lo criminal, Van Aert, cuando se estaba jugando la victoria con el nieto de Raymond Poulidor.

La caída polémica

En la edición más rápida del Infierno del Norte, la prueba se decidió en el Carrefour de l’Arbre. Allí fue donde John Degenkolb se fue al suelo en un adelantami­ento discutible -¿para qué esta el VAR en el ciclismo?- entre las piedras y la hierba, un choque con Van der Poel, un codo protector del neerlandés y el ciclista alemán, vencedor en 2015, se va al suelo. Y fue también el momento escogido por Van Aert para atacar, para ser contrarres­tado por Van der Poel, con la imagen más repetida de siempre. Ambos solos, hacia la victoria.

Cuando parecía que la pareja, más que una pareja, volvería a obsequiar con un duelo hasta el infinito y más allá, llegó el pinchazo de Van Aert. A menos de 20 kilómetros para la meta se acabó la carrera y comenzó la épica de Van der Poel, que ganó en Roubaix tras hacerlo en San Remo y acabar Flandes en segundo lugar. Su compañero Jesper Philipsen derrotó a Van Aert en el esprint por la segunda plaza. ¡Dios salve a los adoquines!

 ?? Anne-Christine Poujoulat / AFP ?? El neerlandés Mathieu van der Poel celebra su primera victoria en la Paris-Roubaix.
Anne-Christine Poujoulat / AFP El neerlandés Mathieu van der Poel celebra su primera victoria en la Paris-Roubaix.

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