A la luz el archivo de Tierno Galván
Los documentos del que fuera alcalde de Madrid podrán ser consultado finalmente a partir de otoño, 11 años después que fueran depositados en la Biblioteca Pública Arús de Barcelona. Todavía hay una parte importante de las imágenes que continúan sin estar catalogadas.
El archivo del exalcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván podrá ser consultado finalmente a partir de otoño, 11 años después que fuera depositado en la Biblioteca Pública Arús de Barcelona. Así, en los próximos meses se espera dar por cerrada la concatenación de problemas y despropósitos desde su traslado a la capital catalana.
Tierno Galván fue mucho más que el primer alcalde democrático de Madrid tras la dictadura: también fue el más querido. Prueba de ello fue su multitudinario sepelio en La Almudena. El «viejo profesor», como se le conoció popularmente, estuvo en el cargo entre 1979 y 1986, año de su muerte. Sin embargo, su único hijo –Enrique Tierno Pérez-Relaño– decidió trasladar el archivo de su padre a Barcelona en lugar de legarlo a alguna institución de Madrid.
Disconforme con los equipamientos públicos de Madrid, Pérez-Relaño, entonces residente en la capital catalana, cedió el archivo –sin transacción económica de por medio– a la Gran Logia Simbólica Española. No hay constancia de que el exalcalde fuera masón, a diferencia de su hijo, que pocos años después de la cesión se convertiría en primer teniente gran comendador del Supremo Consejo Masónico de España. O lo que vendría a ser lo mismo, en su vicepresidente.
Los primeros contactos tuvieron lugar en 2011 en la sede de la logia. No obstante, sus responsables no disponían ni de conocimientos técnicos ni de presupuesto, así que decidieron que depositarían el legado en la Biblioteca Pública Arús, en el paseo de Sant Joan, especializada en movimientos sociales y con uno de los mejores fondos históricos sobre masonería puesto que su fundador Rossend Arús fue Gran Maestre de la masonería catalana.
Así, el 13 de marzo de 2012, el entonces alcalde de Barcelona, Xavier Trias, firmó un convenio con Jordi Farrerons, gran maestre de una logia masónica, y con el hijo de Tierno Galván. Y a partir de ahí, la biblioteca recibió treinta cajas en las que, entre otras cosas, había material electoral, correspondencia con políticos como Willy Brandt o Victoria Kent, grabaciones de conferencias, álbumes, dieciocho archivadores y más de quinientas fotografías.
Hongos y presupuesto
No obstante, los responsables de la que fue la primera biblioteca pública de Barcelona tenían dos problemas. El primero y más urgente tenía forma de hongos. El archivo estaba parcialmente infectado. «Asesorados por expertos en conservación, lo aislamos para que la infección no se extendiera», recuerda David Domènech, bibliotecario de la Arús.
En la Arús frenaron la degradación del archivo, pero había más inconvenientes. En el convenio ni el ayuntamiento ni la logia, copropietarios del fondo, aportaban dinero para su catalogación y el presupuesto escaso de la Arús tampoco lo permitía. Además, no contaban con los conocimientos técnicos necesarios. «Nosotros no somos un archivo sino una biblioteca, no tenemos la preparación para catalogar fondos archivísticos», admite Domènech.
Sus responsables realizaron gestiones con instituciones como el Arxiu Nacional de Catalunya y la Diputación, aunque fueron infructuosas. Y fue pasando el tiempo, hasta nueve años, en los que el archivo quedó en barbecho en unas estanterías. Un olvido que en octubre de 2020 denunció Carrer, la revista de la Federació d’Associacions de Veïns de Barcelona (FAVB). Poco a poco las cosas empezaron a moverse durante la segunda mitad del actual mandato, el segundo de Ada Colau.
El 25 de noviembre de 2021 – tres meses y medio después de la muerte de Enrique Tierno PérezRelano–, se firmó un convenio entre el Instituto de Cultura de Barcelona y la Fundació Catalunya Europa, por el cual esta última – creada en 2007 por Pasqual Maragall– se encargaría del archivo, inventario y restauración.
Un trabajo que coordinó el gestor documental Fidel Bellmunt y que duraron cuatro meses en dos períodos diferentes. En este tiempo se diseñó y planificó el proyecto y se hizo la provisión del material técnico necesario. El trabajo resultante han sido 1.639 documentos descritos, que se han instalado en cuarenta cajas.
Fondo singular
Respecto a su contenido, el archivo Tierno Galván es una mezcla de material personal, documentación de su etapa como abogado y bastante material del Partido Socialista Popular (PSP), que fundó en 1974 y que en 1978 se integró en el PSOE. «La parte más interesante del archivo es la del PSP, porque contiene material interno sobre el partido», explica Domènech.
«De cara a estudiar el personaje, – añade Bellmunt– es un fondo complementario porque no da una idea de conjunto de Tierno Galván. Es, por tanto, incompleto, aunque no hay mejores alternativas. Hay material familiar que solo se encuentra en este fondo, así que, en este sentido, tiene una importancia singular».
El trabajo coordinado por Bellmung se encargó de la descripción del material textual, pero hay una parte importante de las imágenes aún por catalogar. «La parte fotográfica es, por ahora, una incógnita», alega Domènech. Para la descripción de estas imágenes, de carácter oficial, se necesita identificar a quienes aparecen. Los responsables de la Arús desconocen si el Ayuntamiento de Madrid tiene una copia, lo que facilitaría su catalogación. Y debe aclararse si existe un problema jurídico, pues muchas llegaron en cajas con el logo del consistorio madrileño y se desconoce su titularidad. «Hasta que las imágenes no estén descritas y salgamos de los limbos jurídicos, no se podrá acceder a ellas», asegura Domènech.
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