«La energía requiere una supervisión más especializada que la de la CNMC»
Dirige el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), gestor de los fondos europeos, y es clave en el Ministerio para la Transición Energética.
— Una de las mayores críticas es que los fondos se adjudican, pero el dinero no llega.
— Hemos apoyado más de 2.400 proyectos directamente como IDAE y más de 200.000 a través de las comunidades autónomas. El principal impedimento está en el tejado de las empresas. El Gobierno adjudica la ayuda, la empresa ejecuta el proyecto y una vez ejecutado se comprueba que está todo bien y se paga.
— Uno de los objetivos del plan de recuperación era impulsar la autonomía estratégica de Europa, pero hay fondos adjudicados a empresas chinas.
— En Europa queremos hablar de autonomía estratégica, de resiliencia y de sostenibilidad, que parece una forma indirecta de decir que queremos fabricación europea. Pero la ley Net Zero Industry Act no habla claramente de fabricación europea. Hay un discurso político, pero nos falta ser coherentes y eso es una política puramente europea, de comercio exterior.
— Las renovables han cambiado el mapa energético. ¿Qué le parecería la vuelta de una suerte de canon energético que grave la producción para beneficiar a estos territorios?
— No hay que cargar a las renovables toda la responsabilidad de arreglar ese problema. Pero sí tienen que ser un muy buen vecino en el territorio donde se instalan.
— ¿Ha faltado planificación de red o de almacenamiento para integrar tanto despliegue renovable?
— La legislatura pasada ha sido sobre todo de activación del despliegue renovable. Y esta va a ser mucho más de gestionabilidad, flexibilidad, almacenamiento y electrificación de la demanda.
— ¿Por qué se necesita recuperar la figura de una Comisión Nacional de Energía (CNE)?
— Vamos a una regulación mucho más de detalle, tanto en la parte regulatoria como de seguimiento. Vamos a tener miles de agentes que supervisar para asegurar que los mercados funcionan. Esa es la reflexión detrás de la creación o recuperación de esa Comisión Nacional de Energía. No porque la CNMC no esté haciendo bien su trabajo, sino porque la energía requiere un nivel de detalle y de supervisión mucho más especializado con respecto a lo que teníamos ahora.
— ¿No se debilita su capacidad sancionadora al separarlo de Competencia?
— Hay grandes referentes, desde el Ofgem británico al CRE en Francia. Reguladores energéticos que aúnan muy bien la pata regulatoria con la de supervisión, de cumplimiento de esa regulación. Hay normativa específica de competencia donde la CNMC va a seguir teniendo esa capacidad de supervisión.
— ¿Cómo se prevé impulsar la electrificación con una demanda que está a niveles históricamente bajos?
— En la caída de la demanda hay un elemento de eficiencia energética y de autoconsumo. Pero tenemos que electrificar movilidad, consumos térmicos y climatización. Con el plan de recuperación estamos impulsando las bombas de calor y en movilidad eléctrica el año pasado llegamos en diciembre con el 15% de matriculaciones eléctricas enchufables (híbridos y eléctricos). En España hay infraestructura de recarga más que suficiente. Y luego al sector comercial, el taxi y demás, les empieza a salir a cuenta económicamente porque la electricidad es más barata que la gasolina por kilómetro.
— Pero vamos más lentos que otros países en coche eléctrico.
— Vemos que es más una cuestión de percepción para el usuario, que no tiene integrado en su día a día el vehículo eléctrico. España ya es un país con tres veces más infraestructura de recarga eléctrica que gasolineras, por ejemplo.
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