El mítico Casa Leopoldo vuelve a abrir por sexta vez
El que fue restaurante favorito de Manuel Vázquez Montalbán, que en los últimos meses sirvió comida china, recuperará su espíritu.
¿A la sexta será la vencida? Casa Leopoldo parece tener más vidas que un gato y, tras gastar cinco, reabrirá en breve tratando de recuperar la esencia, el espíritu, de lo que fue en su día aquel templo de la gastronomía clásica al que acudían escritores como Manuel Vázquez Montalbán, Terenci Moix, Eduardo Mendoza y Juan Marsé para maridar comida y tertulias literarias.
Hace 90 años, en 1929, Leopoldo Gil y su familia, llegados de la provincia de Teruel, abrieron una bodega, que trasladaron en 1936 a la dirección actual ya con el nombre de Casa Leopoldo. «Su fama aumentó con la nieta del fundador, Rosa Gil, y la inestimable ayuda de Vázquez Montalbán y otros intelectuales, que hicieron de aquel lugar un refugio del trago, la cazuela y la lucha contra el régimen («¡por la caída del régimen!», brindaba Manolo»), recuerda Pau Arenós, cronista gastronómico de EL PERIÓDICO.
La tercera etapa llegó con la resurrección en 2017 gracias a Romain Fornell y Òscar Manresa, que tras una primera fase como restaurante lo convirtieron (cuarto capítulo) en bar de tapas con la ayuda de Rafa Peña (Gresca/Bar Torpedo). Tuvieron que cerrar en 2020.
Decoración intacta
Dos años después, en 2022, sin hacer ruido, quinto intento: reabrió convertido en un bar chino que hacía un menú de mediodía de 12,5 euros y que, también en silencio, cerró en verano pasado.
Este periódico probó sus platos: un marcado acento oriental y alguna propuesta mediterránea. Ni rastro gastronómico del pasado, pero la decoración intacta: sus azulejos forman parte del patrimonio de la ciudad y la mayoría de sus elementos están protegidos. Incluso cambiar el color de las paredes debe pasar por la aprobación de la administración.
Y, ahora, el grupo de restauración Banco de Boquerones, antes conocido como Balcastro (Bru, Casa Ràfols, Sophie, Elsa y Fred y Casa Lolea, entre otros), ultima los preparativos para levantar la persiana del local, cuyas obras van con retraso. La (re)inauguración estaba prevista para estos días con motivo del Festival de Novela Negra de Barcelona, BCNegra, dado que el personaje más célebre de Vázquez Montalbán era el detective (y redomado gurmet) Pepe Carvalho. Habrá que esperar hasta el 18 de marzo.
En la etapa china, las fotos y los carteles de corridas de toros de mediados del siglo pasado no estaban. Pero regresarán. Igual que los carteles negros de espejo de la fachada, en este caso imitación de los originales, desaparecidos. «Queremos que el local respire historia y la gente, cuando entre, diga ¡guau!», comenta a este diario Bruno Balbás, copropietario con su mujer, Sofía Matarazzo, de Banco de Boquerones. Ambos están convencidos de que «la historia de Barcelona se puede mantener y relanzar a través de los restaurantes, sus fachadas, sus interiores, sus cartas, sus platos...». Dos salas llevarán los nombres de Rosa Gil, nieta de Leopoldo Gil, y de Montalbán.
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El grupo Banco de Boquerones está ultimando los preparativos para subir la persiana