Alcaldes catalanes reclaman reformar la ley de extranjería
Los ediles de Manresa, Badalona, Guissona y Badia piden, en el Cercle d’Economia, cambios en la legislación para que los «recién llegados» tengan acceso al mercado laboral lo antes posible.
«Si el Gobierno quiere acoger a todos los inmigrantes que vengan, que sea coherente y les dé papeles al llegar a España: que puedan trabajar y cotizar, lo que hay ahora es pura hipocresía». La frase la pronunció ayer, para sorpresa de muchos, el alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, en una conferencia organizada por el Cercle d’Economia sobre la gestión de la inmigración desde los ayuntamientos. Se trata de uno de los pocos consensos que surgieron de un acto en el que también participaron el alcalde de Manresa, Marc Eloi (ERC); el de Guissona, Jaume Ars (Junts), y la alcaldesa socialista de Badia del Vallès, Eva Menor. Todos ellos pidieron cambios en la ley de extranjería, para hacer posible la inclusión de los migrantes en sus municipios y que tengan acceso al mercado laboral lo antes posible.
Actualmente, y según dicta la ley de extranjería, un inmigrante que llega a España sin permiso de residencia y de trabajo cae en la exclusión administrativa y en situación irregular. No puede trabajar ni tampoco acceder a prestaciones sociales. Solo puede regularizar su situación si le hacen un contrato de un año a tiempo completo o si, al cabo de tres años de residir aquí, logra demostrar que está arraigado a la sociedad. «Que alguien me explique qué tenemos que hacer hasta esos tres años. No tienen derecho a trabajar, a tener una vivienda y a cotizar, y viven en la máxima exclusión, cuando les necesitamos para los trabajos que no se cubren y para pagar las pensiones», señaló el alcalde de Manresa (Bages). Su ciudad cuenta con un 21% de inmigración (como la media catalana), con 207 nacionalidades y un 12% de paro.
Una realidad bastante distinta de la de Guissona (Segarra). La cooperativa Bon Àrea ha generado un efecto llamada de migrantes en una población en la que el 52% de los residentes han nacido fuera de España. «A los 68 migrantes sin papeles que llegaron en diciembre los hemos acompañado con un plan de Formación Profesional para garantizarles una instrucción... No sirve de nada que nos llenemos la boca de inclusión si no acogemos y ponemos dificultades», añadió Ars. También Menor, al frente de una población con el 5% de migración pero con altas tasas de pobreza y vulnerabilidad, pidió más ayudas para los migrantes. «Debemos reflexionar, somos la puerta de Europa y debemos trabajar para garantizar oportunidades que ahora estamos perdiendo», señaló.
Críticas a Ripoll
Los alcaldes también cargaron contra las medidas que está tomando la alcaldesa ultra de Ripoll para ralentizar el empadronamiento de los migrantes. «Negar el padrón, negar derechos no sirve de nada y no resuelve ningún problema», cuestionó Menor. «Es demagogia, una irresponsabilidad enorme que esté usando el padrón para hacer política», se quejó Ars, quien explicó que en Guissona aplican el padrón libre.
Los alcaldes de Badalona y Manresa también defendieron su gestión después de que un informe realizado por las entidades sociales haya señalado que sus ayuntamientos no empadronan con toda la celeridad debida.
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