Marlaska estalla por Barbate y echa en cara a Feijóo sus lazos con un narco
«¡El mejor homenaje a los narcos que he visto yo ha sido una giornatta particular en un barco con un narco del presidente del PP!», espetó el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a los senadores del PP que pretendían ayer acusarle de humillar a la Guardia Civil ante los traficantes del Estrecho. El asesinato de dos guardias a manos de la tripulación de una narcolancha la noche del pasado 9 de febrero en Barbate irrumpió con toda su tensión por primera vez en un debate parlamentario y fue motivo de un más que agrio intercambio de imprecaciones entre el titular de Interior y el senador popular Alejo Joaquín Miranda de Larra. La de Marlaska fue una de sus intervenciones más duras en una sesión de las Cortes.
Al ministro le preguntaba el PP sobre los motivos de una supuesta orden interna de la Guardia Civil para que los agentes no acudieran a un minuto de silencio por sus compañeros asesinados. Ante la pregunta, Marlaska hizo cuatro cosas: la primera, tratarla como un bulo; la segunda, advertir que su sola formulación le ofende; la tercera, confirmar que Interior está investigando el dispositivo de la Guardia Civil aquella noche; y la cuarta, zanjar la discusión recordándole exasperado al senador las conocidas imágenes del hoy presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, dando una vuelta en el yate del contrabandista gallego Marcial Dorado hace 30 años.
Por encima de lo más escabroso de la discusión, Marlaska confirmó –como adelantó este diario– que hay en marcha una investigación de Interior sobre la cadena de órdenes y el diseño del dispositivo que acabó metiendo a seis guardias a bordo de una zodiac para oponerse trágicamente a una narcolancha que le doblaba en peso, tamaño y potencia. Marlaska dijo que «los mandos de la Guardia Civil pueden en ocasiones, y podemos todos, equivocarse» y añadió: «La Guardia Civil trató como siempre de cumplir con su deber. Estamos estudiando lo que pasó. Y si hay que tomar medidas: se tomarán».
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