Vacaciones de verano en Inglaterra de solo un mes
La reducción estival que se está estudiando iría acompañada de una mayor extensión de las pausas de otoño y primavera para favorecer un mejor descanso a profesores y alumnos y minimizar el riesgo de desconexión de los estudiantes durante el verano.
Reducir las vacaciones de verano en los colegios está siendo estos días objeto de debate en Inglaterra. Cada vez son más los expertos que recomiendan repartir los días libres de los alumnos a lo largo del año y algunas escuelas ya están aplicando fórmulas para ponerlo en práctica. El objetivo es dejar atrás un modelo de calendario escolar que está vigente desde hace más de 100 años recortando la duración de las vacaciones escolares en verano de las seis semanas actuales hasta las cuatro semanas. Esta reducción estival, señalan, iría acompañada de una mayor extensión de las pausas de otoño y primavera, con lo cual, argumentan, se favorecería un mayor descanso a profesores y alumnos a lo largo del curso y minimizaría el riesgo de desconexión de los estudiantes durante el verano.
Las vacaciones escolares en el Reino Unido suman un total de 91 días por año, aunque el reparto varía ligeramente en cada nación del país. En el caso de Inglaterra, los alumnos descansan seis semanas en verano, dos semanas en Navidad y en Semana Santa, y otras tres semanas en lo que se conoce como los mid-term breaks (descansos de mitad de trimestre), que suelen ser en octubre, en febrero y en mayo.
Cada vez más colegios se están planteando cambiar este reparto de los días festivos a raíz de algunas investigaciones que destacan los beneficios que la reducción de las pausas veraniegas tiene en el rendimiento de los alumnos. El resumen preliminar de un estudio financiado por la Fundación Nuffield, una organización educativa sin ánimo de lucro, apunta a que un reparto más equitativo de las vacaciones escolares «facilitaría la planificación y ayudaría a aliviar la fatiga y la presión» a las que se enfrentan los profesores y sus alumnos. El principal argumento es que las pausas largas contribuyen a la pérdida del aprendizaje, especialmente de los alumnos más rezagados, además de empeorar la salud mental de los estudiantes de entre 7 y 14 años.
«Como ha demostrado nuestro análisis, el desarrollo socioemocional es tan importante como las capacidades cognitivas a la hora de configurar la educación futura y las perspectivas vitales de los niños», explica Lee Elliot Major, profesor de movilidad social en la Universidad de Exeter y uno de los autores del estudio. «A menudo son las preocupaciones por la seguridad [de los alumnos] las que rondan por la cabeza de los profesores, que son plenamente conscientes de que los malos tratos, el abandono y la salud mental no descansan durante las vacaciones», añade.
Una de las propuestas sobre la mesa es ampliar las vacaciones de octubre de una a dos semanas. Algo que contribuiría a aliviar la carga del primer trimestre –que acostumbra a ser el más pesado para los alumnos– y que ya están poniendo en práctica algunos centros educativos, con resultados satisfactorios. La Asociación de Escuelas por la Unidad (Unity Schools Partnership) –que aglutina a cerca de una treintena de colegios de primaria y secundaria en Inglaterra– asegura que en el primer trimestre de este curso las ausencias de los alumnos se redujeron un 25% respecto al año anterior, mientras que en el caso de los profesores esta reducción fue del 50%.
Absentismo en noviembre
«Nos dimos cuenta de que a finales de noviembre y principios de diciembre era el peor momento en términos de absentismo, tanto en el caso de los niños como del personal, debido a la proliferación de gérmenes y de enfermedades», explica el director de la asociación, Tim Coulson. «Pensamos que alargar las vacaciones a mitad del trimestre haría que la gente estuviese menos cansada y menos propensa a enfermar». El éxito de la medida ha llevado a repetir este método el curso que viene, después de someter la propuesta a votación y de recibir la aprobación mayoritaria de los padres y de los profesores. Algunos padres, sin embargo, han mostrado su preocupación por las
Un reparto equitativo de los descansos «ayudaría a aliviar la fatiga y la presión», según un estudio
El gobierno de Gales ha aprobado reducir el periodo estival de seis a cinco semanas en 2026
Las pausas largas empeoran la salud mental de los estudiantes de entre 7 y 14 años
dificultades de compaginar el trabajo con las vacaciones de sus hijos, algo a lo que los colegios ya están dando respuesta. «Hemos organizado actividades en los centros educativos durante esta semana extra. Así, los padres pueden traer a sus hijos durante el día mientras ellos están en el trabajo», explica Coulson. Esta opción, señalan los expertos, también ayuda a repartir a lo largo del año los gastos de los padres en el cuidado de sus hijos.
La medida está en línea con la trabajada por el Gobierno de Gales a finales del año pasado, que impulsó la reforma del calendario escolar para reducir las pausas veraniegas de seis a cinco semanas en 2026 y, eventualmente, hasta las cuatro semanas en los años siguientes. «Como las vacaciones de verano son largas, hay que dedicar tiempo del trimestre de otoño a repasar el temario, en lugar de avanzar en el aprendizaje. Los profesores también señalan más problemas de comportamiento y estrés tras las vacaciones de verano», ha argumentado el Ejecutivo en un comunicado.
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