Modelos reales tras las esculturas de la Sagrada Família
El artista Llorenç Matamala, obreros, niños e incluso animales fueron usados como modelos vivientes para crear las realistas figuras de las fachadas.
A menudo se dice que la Sagrada Familia de Barcelona es una Biblia en piedra. Así, la fachada del Nacimiento, la única construida en vida de Antoni Gaudí, representa la natividad de Jesús. La curiosidad, para muchos desconocida, es que los personajes bíblicos allí esculpidos son versiones petrificadas de personas reales. Peones de la obra y gente del barrio fueron usados como modelos vivientes y enyesados completamente para obtener unas esculturas realistas. La mayoría de esas figuras fueron obra del escultor Llorenç Matamala, que también está inmortalizado en piedra.
Buscando el máximo realismo, Matamala y Gaudí usaron un particular proceso para crear esculturas a partir de personas vivas. Primero, fotografiaban a los modelos delante de unos espejos, lo que proporcionaba múltiples perspectivas. Luego, se utilizaba la técnica del enmoldado al natural, embadurnando a la persona con yeso. Los moldes obtenidos se ajustaban a la escala y, finalmente, se replicaban en piedra.
Era un procedimiento arriesgado e incómodo, porque la escayola sobre el rostro podía provocar asfixia y desmayos. Así lo atestiguó el dibujante Ricard Opisso, que en su juventud, trabajando en la Sagrada Família, fue enmoldado para crear uno de los ángeles trompeteros.
Como Opisso, muchos modelos fueron elegidos entre los propios obreros de la basílica. Un cantero hizo de San José y el vigilante de las obras encarnó a Judas, mientras que los niños de las escuelas del templo sirvieron de modelos de ángeles. Muchos vecinos también quedaron inmortalizados. Gente humilde y anónima, como un trapero, que hizo de modelo para San Joaquín. Para el soldado romano de la matanza de los Inocentes se buscó al mozo de una taberna cercana porque era de Tarragona y sus facciones parecían más próximas a los romanos.
Un descampado
También se eligieron algunos modelos para la futura fachada de la Pasión. Como Poncio Pilatos fue escogido un cabrero del barrio, un hombre orondo a quien Gaudí compraba la leche. No olvidemos que en esa época el entorno de la Sagrada Família era poco menos que un descampado por donde pasaban rebaños de cabras. Muchos animales que campaban alrededor de las obras fueron también enyesados, desde gallinas y burros hasta lagartijas.
Más macabra, y también más desconocida, era la costumbre de Gaudí de ir a la morgue del Hospital de la Santa Creu, en el Raval. Allí sacaba moldes de cadáveres, incluso de niños, que posteriormente acabaron esculpidos en la Sagrada Família.
Llorenç Matamala estaba al frente del taller que realizó la mayoría de aquellas esculturas. Amigo íntimo de Gaudí, Matamala hizo de modelo del apóstol Bernabé, cuya estatua preside uno de los cuatro campanarios de la fachada del Nacimiento.
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