Sumar y Podemos afrontan el 21A como un duelo por ser decisivos
▶ Ambas fuerzas acuden enfrentadas a los comicios en su pugna antes de las europeas
Sumar y Podemos abren la campaña de las elecciones vascas con el reto de lograr una representación que permita decantar hacia la izquierda las políticas del futuro Gobierno vasco, y en su particular carrera por ser referentes a la izquierda del PSOE. La cita se presenta como el último gran duelo antes de las elecciones europeas del 9 de junio, cuando por primera vez midan sus fuerzas a nivel nacional. La competición está en el telón de fondo de unos comicios que dibujarán el peso de cada uno en la agenda política vasca.
Desde su ruptura, las encuestas han coincidido en situar a Yolanda Díaz por delante de los morados, que sin embargo confían en su fortaleza en el territorio, donde han tenido 6 diputados esta legislatura, y en la solidez de su marca Elkarrekin Podemos, con la que ya concurrieron en las últimas dos elecciones en coalición con Izquierda Unida, que en esta ocasión va con las siglas de Sumar.
El último CIS daba a Sumar entre 0 y 2 escaños, y a Podemos entre 0 y 1. Las expectativas de ambas fuerzas es la de «salvar los muebles» y lograr al menos un diputado que permita atraer al PSE al bloque de izquierdas junto a Bildu, independientemente de que el PNV reedite el Gobierno con el apoyo de los socialistas, como todo parece apuntar. Más allá de quién ostente la lehendakaritza, la clave será dejar la impronta en las políticas futuras y que esa impronta sea de uno u otro signo.
Estrategia fallida
Las direcciones nacionales de los partidos pasan a un segundo plano en esta campaña hasta el 21 de abril. La máxima representante de Podemos y candidata a las europeas, la exministra Irene Montero, estaba ayer en Bilbao para dar el pistoletazo de salida, pero su presencia quedará limitada a algún acto puntual más. Es también el caso de la vicepresidenta segunda del Gobierno, que estará este sábado en Bilbao y que después acudirá en solo otra ocasión. Tampoco los ministros de Sumar se prodigarán en País Vasco.
La estrategia en las elecciones gallegas, donde Díaz intensificó la presencia de los dirigentes nacionales, resultó absolutamente fallida. Los malos resultados llevaron a que se extendiera el desgaste de Galicia a todo el partido en el ámbito nacional, un extremo que ahora quieren evitar. En esta ocasión, buscarán diseñar una campaña autónoma y hecha desde el territorio, en respuesta a la nacionalidad histórica que defienden para Euskadi.
Después del fiasco gallego, en Sumar buscan salvar los muebles y asegurar su representación. Cuentan con dos bazas principales. La primera es que forman parte del Gobierno de coalición, algo que les da ventaja sobre Podemos a la hora de competir por el mismo votante. La subida del SMI, la reforma laboral o la reducción de la jornada serán bazas electorales que no dudarán en exhibir. La otra circunstancia que puede jugar a su favor es que hace tan solo unos meses, en las generales, el electorado de Podemos escogió la papeleta de Sumar, que entonces concurría en coalición con los morados, y creen que es más sencillo que el votante reedite su apuesta a que vuelva a apoyar a una marca que consideran muy desgastada.
No contemplan en ningún caso ser superados por los morados, que en las elecciones gallegas solo lograron un 0,3% del voto. Su principal reto es resultar decisivos en la nueva aritmética del Parlamento vasco.
■