Grifols admite una deuda superior en 1.100 millones a la que había declarado
▶ La compañía modifica sus cuentas obligada por la CNMV y reconoce un ebitda inferior
Grifols remitió ayer todos los cambios que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) había exigido a la compañía tras su investigación. Uno de los aspectos fundamentales es que la compañía reconoce ahora que su endeudamiento en 2023 es superior en más de 1.100 millones de euros al admitido inicialmente y que habían situado en unos 9.400 millones. Concretamente, Grifols en la presentación de la cuenta de resultados afirmaba que «excluyendo el impacto de la NIIF 16, la deuda financiera neta es de 9.420 millones».
Ocultar el endeudamiento es uno de los aspectos denunciados por el fondo bajista Gotham, que el 9 de enero publicó un demoledor informe acusando a la multinacional catalana de maquillar las cuentas. Este informe provocó un desplome en las acciones de Grifols en bolsa, que a día de hoy pierden más de un 40% en lo que va de año en el Ibex. Según la información remitida ahora por Grifols a la CNMV, la deuda neta según balance al cierre de 2023 es de 10.527 millones, frente a los 9.400 millones que admitía en las anteriores cuentas que presentó. El ratio de endeudamiento, que en las cuentas anteriores, según Grifols, era de 6 veces (Gotham aseguraba que podía ser de 10 ó 12 veces) asciende ahora hasta las 8,4 veces.
En esta misma línea, el informe admite que el ebitda consolidado de Grifols es en realidad de 1.251 millones en 2023, frente a los 1.484 millones que había anunciado en la presentación de las cuentas, es decir, 233 millones menos.
La CNMV afirmó que en las investigaciones sobre Grifols «no se han identificado errores significativos» de los estados financieros y que tampoco ha encontrado evidencias «que permitan concluir que el endeudamiento financiero reflejado por Grifols en sus estados financieros anuales consolidados no se corresponde con la realidad».
«Deficiencias relevantes»
De hecho, resaltó que no veía necesario reformular las cuentas de la multinacional catalana. No obstante, la CNMV señaló un puñado de «deficiencias relevantes» en la consolidación de la firma, sobre todo en la presentación del ebitda, así como en el ratio deuda/ebitda. La CNMV explicó que consideraba significativas las deficiencias «en la medida que han dificultado en algunos ejercicios la capacidad de los inversores de entender adecuadamente la situación financiera, resultados y flujos de efectivo» de la empresa.
El informe remitido ayer por Grifols a la CNMV, de siete páginas, es en realidad un sonoro mea culpa de la empresa, que utiliza nueve veces el verbo comprometer para afirmar que cambiará todas las prácticas que la Comisión le afeó.
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