El Partido Socialista francés aspira a dar la sorpresa en las europeas
▶ Los sondeos para los comicios del 9 de junio auguran una subida del partido de la rosa, que podría obtener su mejor resultado desde 2014
Tras el decepcionante mandato de François Hollande (2012-2017), el Partido Socialista francés (PS) sufrió una evidente decadencia política e ideológica: pasó del 28% de los votos en la primera vuelta de las presidenciales de 2012 a menos del 2% con Anne Hidalgo en los mismos comicios de 2022. Dos años después, sin embargo, pueden adelantar a la lista del presidente Emmanuel Macron en las elecciones europeas y quedar como segunda fuerza, por detrás de la ultraderecha.
Los últimos estudios electorales pronostican una amplia victoria de la Reagrupación Nacional de Marine Le Pen (31-29%) en los comicios del 9 de junio. Con unas intenciones de voto del 20-16%, la coalición macronista sufriría un duro revés debido a la impopularidad de las políticas del presidente, ancladas en la derecha o el centroderecha, perdiendo 10 puntos respecto al 27% de la primera vuelta de las últimas presidenciales.
Tras romper la coalición NUPES, los partidos de izquierdas se ven lastrados por la división. A pesar de ello, los socialistas se han consolidado como tercera fuerza en los sondeos (13-11%) y aspiran a dar la sorpresa en los únicos comicios con dimensión nacional antes de las presidenciales de 2027. «Nos beneficiamos de un doble movimiento. Por un lado, muchos votantes de centroizquierda están hartos de Macron y de votar por él por miedo a Le Pen. Por otro, ven a Jean-Luc Mélenchon como demasiado radical», explica a EL PERIÓDICO Gaston Laval, responsable del PS en el distrito X de París, refiriéndose al líder de la Francia Insumisa (afines a Sumar o Podemos).
Pese a su brillante campaña en 2022 y tras quedar a las puertas de la segunda vuelta con casi el 22%, la izquierda mélenchonista ha desperdiciado parte del capital conseguido entonces. Su estilo radical en la Asamblea Nacional y la torpeza de negarse a tachar a Hamás como un grupo terrorista agrietaron las frágiles costuras de la NUPES y facilitaron la caricatura que hacen del partido de Mélenchon la ultraderecha y el macronismo. Los sondeos prevén apenas un 9-7% para los insumisos.
Candidato eficaz
Los verdes, que solían conseguir buenos resultados en las europeas (más del 13% en 2019), han apostado por una candidata poco conocida y sin carisma. Sus perspectivas son magras (entre el 7% y el 5,5%). En cambio, el PS está haciendo una campaña menos errática y cuenta con un eficaz cabeza de lista: Raphaël Glucksmann, de 44 años, que no pertenece al partido, sino que creó una micro-formación (Plaza Pública) que va en coalición con los socialistas.
«Es más conocido que algunos de sus rivales», asegura el politólogo Christophe Bouillaud, profesor en Sciences Po Grenoble. Hijo del intelectual André Glucksmann —uno de los nouveaux philosophes que pasó del maoísmo en los años 1970 a defender la invasión de Irak en 2003—, este eurodiputado desde 2019 es un firme defensor del envío de armas a Ucrania y de derrotar a Rusia en el campo de batalla. También apuesta por tasar más a los más ricos y por hacer grandes inversiones para hacer frente a la crisis climática.
«Muchos votantes de centroizquierda están hartos de Macron», advierte un responsable del PS
Las óptimas intenciones de voto han hecho que algunos veteranos dirigentes socialistas, como François Hollande o Manuel Valls, vean en ello el retorno de la socialdemocracia. «Tenemos que hacer renacer a la gran familia de la izquierda responsable», dijo hace unas semanas el expresidente socialista.
«El perfil de Glucksmann gusta a los votantes progresistas que no tienen problemas para llegar a final de mes, pero no creo que haya un retorno de la socialdemocracia», defiende el politólogo Stefano Palombarini. Debido a la elevada abstención, quizás de más del 50%, «las europeas no son representativas», advierte. En Francia, el 9 de junio sería un error sacar conclusiones categóricas.
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