La mujer récord que prefiere el silencio
La delantera colombiana Mayra Ramírez llegó en enero al Chelsea después de que el club ‘blue’ pagara un traspaso al Levante de 500.000 euros, uno de los más altos del fútbol femenino.
La futbolista es el centro de atención por naturaleza. Para unas es una bendición, pero hay quien prefiere pasar desapercibida, pese a ser protagonista de unos los fichajes más caros del fútbol femenino. Mayra Ramírez (Sibaté, Colombia, 1999) lleva pocos meses vistiendo la camiseta del Chelsea. Llegó a Londres tras un traspaso récord: 500.000 euros pagó por ella la entidad blue en enero al Levante UD.
Sin embargo, siempre ha huido de la atención. Mayra es de las que prefiere mantenerse al margen del ruido, es más feliz con el balón que delante de un micro. Y esto no es una consecuencia de la fama. Desde pequeña ha sido de las que trabaja en silencio, dejando que sus logros hablen por ella. Cuando empezó a jugar, lo hizo en la calle. En el sitio donde todos los niños se sienten libres con el balón, donde no hay métricas ni balances. Ahí, lo único que importa es el talento. Y Mayra siempre ha tenido ese algo especial.
Lesión grave
La ficharon para el Real Pasión y, tras pasar por un par de clubs en Colombia, incluido el Independiente de Medellín, el de más renombre de su país, aterrizó en España en 2020. Antes, sin embargo, estuvo a una visita de retirarse. En 2017 y con una oferta del PSG se rompió el ligamento cruzado y decidió poner punto final a su carrera. Su entorno y su mentor y primer entrenador, Jean Albert Martínez, le hicieron cambiar de opinión. Fichó años más tarde por el Sporting de Huelva en un viaje que no sabía el futuro brillante que le depararía. Con ella, el conjunto andaluz cuajó dos buenas temporadas. Su desequilibro, pese a su correr desgarbado, le sirvió para destacar. Y en 2022 fichó por al Levante, donde acabó de explotar.
Un talante sencillo, agradecido y humilde le han permitido vivir lejos de los márgenes. Llegó a Londres acaparando portadas, pero lo hizo con humildad. Se ha ganado un puesto en un equipo que, desde la grave lesión de Sam Kerr, ha necesitado de una atacante como ella. ■