BBVA anuncia una opa hostil por el Sabadell que este impugna
La entidad catalana denuncia a la vasca ante la CNMV por vulnerar la ley Cuerpo recalca los «potenciales efectos lesivos» y advierte de que el Ejecutivo tiene «la última palabra»
Tambores de guerra en la banca: primera opa hostil en el sector desde 1987. Y como entonces, de futuro incierto. BBVA anunció a primera hora de ayer su intención de lanzar una oferta pública de adquisición (opa) por el Sabadell, tres días después de que el consejo de administración de la entidad catalana rechazase la operación amistosa ofrecida por su rival. Pese a ello, el segundo banco español decidió tratar de convencer a los accionistas del cuarto con una oferta que no mejora las condiciones rechazadas por los administradores (prima del 30% y valoración del Sabadell en 12.284 millones de euros, según la cotización previa al anuncio de la semana pasada). Su presidente, Carlos Torres Vila, ratificó que «no hay espacio» para mejorarla.
La cúpula del Sabadell no tardó en demostrar que piensa defenderse. A última hora del día, acusó al BBVA ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de «vulnerar» la ley de opas. Dicha norma establece que el banco debe abstenerse de «difundir o publicar por cualquier medio cualquier dato o información que no conste en el anuncio previo de la oferta». Y según el Sabadell, su rival lo ha incumplido en la documentación y el contenido del encuentro público que mantuvo por la mañana con analistas para explicar la opa.
La operación, que según el banco se llevaría a cabo en un periodo de entre seis y ocho meses, provocó un rechazo de autoridades y partidos políticos de todo signo. El más relevante es el del Gobierno: el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, advirtió de que el Ejecutivo tiene la «última palabra» sobre la operación. Es cierto, pero con matices. BBVA ha condicionado la oferta a alcanzar al menos el apoyo del 50,01% del capital del Sabadell. De lograrlo, ejercitará su derecho a exigir la venta forzosa de las restantes acciones, para realizar una fusión por absorción. Es esa fusión (no la opa) la que puede vetar Economía.
Cuerpo aclaró que el Gobierno rechaza la opa «tanto en la forma», por el carácter no amistoso, «como en el fondo». Y añadió que la valoración del Ejecutivo se hará en «teniendo en cuenta los potenciales efectos lesivos de esta operación» en el empleo y en la estabilidad financiera. «Nos genera preocupación», dijo el ministro, en referencia al incremento del nivel de concentración bancaria, informa Rosa María Sánchez.
También mostró su «oposición total» la Generalitat de Catalunya. La consellera de Economia, Natàlia Mas, pidió ayer por carta a la vicepresidenta de la Comisión Europea y responsable de competencia, Margrethe Vestager, y a la presi
denta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), Cani Fernández, que eviten que salga adelante la opa.
Por su parte, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, prefirió no entrar en el fondo de la cuestión y se limitó a criticar en un comunicado al Gobierno central por considerar que ha «sobreactuado» a pocos días de las elecciones en Catalunya, informa Pilar Santos. La reacción de la dirección del PP dista mucho de la que tuvo Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, que llegó a decir que la opa «es una operación en contra de Alicante y de la Comunidad Valenciana». Alejandro Fernández, presidente del PP catalán y candidato en los comicios del 12M, aseguró que le «preocupa enormemente» por los posibles efectos negativos.
Cabe la posibilidad de que BBVA desista de la opa. Pero Torres Vila evitó ayer valorar cualquier escenario alternativo y reiteró que confía «plenamente en que el Gobierno acabará apreciando la operación».
Incertidumbres
Las otras autorizaciones que debe recabar BBVA parecen más factibles. Una es la de su junta de accionistas. Otra es la del Banco Central Europeo (BCE), que está a favor de que los bancos europeos ganen dimensión. La otra es la de las autoridades de competencia en el Reino Unido (por TSB, la filial británica del Sabadell) y de España. La CNMC ya aprobó la absorción de Bankia por CaixaBank en 2021.
Otra duda es qué harán los accionistas del Sabadell. El banco cuenta con 205.510 accionistas, pero la clave es lo que pudieran decidir los 24 que controlan el 46,62% de los títulos, básicamente los grandes inversores profesionales, y los 136 que poseen el 10,2% restante. También puede ocurrir que otro banco presente una contraoferta por el Sabadell o que el Sabadell trate de fusionarse con otro banco más pequeño como defensa.
La presentación de la oferta provocó que las acciones del Sabadell subieran ayer en bolsa un 3,17% (a los 1,857 euros), mientras que las de BBVA se desplomaron un 6,71% (9,6 euros).
■