El fracaso electoral de los ‘tories’ abre la puerta al transfuguismo
▶ La marcha hacia filas laboristas de dos diputados críticos con Sunak en menos de dos semanas inquieta al Partido Conservador
Los malos resultados electorales del Partido Conservador en las elecciones locales en el Reino Unido han confirmado los peores pronósticos para la formación y han instaurado el nerviosismo entre sus miembros. Cada vez son más los diputados que temen que la debacle pronosticada en las próximas elecciones generales les despoje de sus escaños, algo que ha abierto la puerta al transfuguismo. Tanto el
Partido Laborista como el partido de derecha populista Reform UK se han convertido en opciones tentadoras para los representantes de los tories descontentos con el liderazgo del primer ministro, Rishi Sunak.
La última en confirmar que abandona el partido para sumarse a los laboristas ha sido Natalie Elphicke, miembro de la Cámara de los Comunes desde 2019. Elegida por la circunscripción de Dover, en el sureste de Inglaterra –a donde llegan gran parte de los inmigrantes que cruzan de forma irregular el canal de la Mancha–, la nueva diputada laborista fue dura con el fracaso de Sunak a la hora de detener el flujo de llegadas. «Se están perdiendo vidas en el Canal de la Mancha, mientras que la llegada de pateras vuelve a alcanzar niveles récord. Está claro que [el Gobierno] no ha conseguido mantener la seguridad de nuestras fronteras y que no se puede confiar en él», aseguró en un comunicado.
El movimiento de Elphicke se suma al del diputado Dan Poulter, quien también se adhirió a las filas laboristas hace menos de dos semanas. Los dos casos han provocado inquietud en la dirección del Partido Conservador, que teme una desbandada mayor tras la derrota en las elecciones locales del pasado fin de semana, en las que perdió casi la mitad de los concejales que defendían su cargo y la alcaldía de West Midlands –que integra la ciudad de
Birmingham, la segunda mayor del país en población–. Sunak se aferra a la posibilidad de que los laboristas no logren mayoría suficiente en el Parlamento para mantener el optimismo entre los suyos, pero cada vez son menos los que creen que todavía hay esperanza.
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