Pedri y la penumbra de pasar al banquillo
El centrocampista canario, castigado por las tres lesiones musculares que ha sufrido esta temporada, no es titular desde el 16 de abril. Fue suplente en Madrid, en Montjuïc ante el Valencia y en Montilivi.
La figura de Pedri en el banquillo del Barça, algo inusual durante mucho tiempo, adquiere ahora rango casi de normalidad. El fútbol mágico y clarividente del canario, pieza esencial en la estructura de Xavi, que entiende el juego desde la mente de un centrocampista, se ha evaporado esta temporada debido a la fragilidad de sus músculos. Hasta tres lesiones musculares (agosto y diciembre de 2023 unido a marzo de 2024) han minado la creatividad y, sobre todo, la confianza del jugador, sumergido ahora en una penumbra. Ahí anda un joven Pedri (tiene 21 años) buscando salir lo antes posible de la oscuridad, consciente de que se encuentra en un momento estratégico de su carrera.
Apareció a lo grande en aquel Barça de Ronald Koeman, convertido en el mejor socio en los días finales de Leo Messi en el Camp Nou, transformado en la bandera de la rejuvenecida España de Luis Enrique que llegó a las semifinales de la Eurocopa, cayendo ante Italia en la tanda de penaltis. Era entonces el rostro de la esperanza porque su astucia y seguridad con el balón le transformaba en un seguro de vida para sus entrenadores: Koeman, Luis Enrique, De la Fuente y Xavi…
El Barça le confirió condición y contrato de estrella, al entender que debía ser la piedra angular de la reconstrucción, por lo que le renovó (octubre de 2021) hasta 2026 con cláusula de 1.000 millones de euros. Rango de lo que es.
Pero desde entonces, una sucesión de problemas físicos le han colocado en una encrucijada, con la Eurocopa a la vuelta de la esquina, pendiente como anda de saber si Luis de la Fuente le mantiene esa confianza extrema que siempre tuvo en él o elige, en cambio, a otra pieza para el centro del campo.
En el Barça, el peso de Pedri ha ido descendiendo, entre otras razones porque Xavi cuando ha querido no ha podido contar con él. Es, por lo tanto, lógica consecuencia de las lesiones. El canario salía de una y entraba en la siguiente en un círculo cada vez más vicioso al que no hallaba fin. Lesiones que han ido apagando aquella imagen luminosa que desprendía su juego. Hasta ocho, y todas musculares, ha sufrido en dos años y medio.
Peligrosa languidez
Queda ahora atrapado Pedri, suplente en el Bernabéu, suplente en Montjuïc ante el Valencia, suplente también en Montilivi, en una peligrosa languidez. Ante el Madrid, Xavi lamentó que nadie supiera cortar el inicio de la jugada ofensiva -era el canario quien estaba más cerca- que firmó Brahim para el 3-2 final de Bellingham. No citó el técnico al centrocampista, pero sí reclamó que no se podía permitir ese ataque con tanta tranquilidad, indicando incluso que no era necesario ni hacer falta.
Ante el Valencia, Pedri firmó una prodigiosa acción defensiva corriendo 50 metros hacia atrás para arrebatarle el balón, ya en el área de Ter Stegen, a Diego López cuando este se disponía en solitario a rubricar el 2-3. Y ante el Girona, apareció ya con el 3-2 de Miguel en el marcador, supliendo a Fermín. Pero sin impacto alguno para impulsar la reacción de un desorientado y abatido Barça.
Es una tristeza peligrosa porque hasta Xavi, quien cree firmemente en él, le ha dado el chándal de suplente en estas dos últimas semanas, mientras ha ido buscando soluciones para reanimar a su mustio centro del campo. Apostaba antes el técnico por De Jong, que se lesionó en el Bernabéu, y luego por Fermín, al que pone de interior contra el Valencia (anotó el 1-0 de cabeza) o de cuarto centrocampista en Montilivi, que por Pedri.
Incluso Sergi Roberto, que compartió la creación del juego del Barça con Christensen frente al Girona, le ha pasado ahora por delante. En la selección, De la Fuente ni lo ha visto apenas en el camino hacia la Eurocopa, lo que ha permitido la irrupción, por ejemplo, de Oihan Sancet, del Athletic.
Y, entretanto, su futuro comienza a debatirse. Acaba contrato dentro de dos años. Pero el Barça tiene que negociar antes para no exponerse dentro de unos meses a que Pedri quede en disposición de decidirlo por sí mismo. Él
no quiere moverse. Dice estar tranquilo. «Sé que el Barça mantendrá lo que hemos hablado y estoy muy tranquilo. Estoy muy contento aquí», dijo antes de jugar en Montjuïc contra el PSG (1-4).
Fue aquel día (16 de abril) su última aparición como titular, con poca influencia en el partido (27 toques en 61 minutos antes de ser sustituido, con cero regates intentados, cero disparos, siendo regateado hasta en cuatro ocasiones). Desde entonces, ha entrado Pedri en la penumbra del banquillo.
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