Assange evita la extradición a Estados Unidos
▶ El fundador de Wikileaks logra una victoria al obtener el derecho a apelar en el Reino Unido
El fundador de Wikileaks, Julian Assange, logró una importante victoria ayer en la vista celebrada en el Tribunal Superior de Inglaterra y Gales. Los jueces concedieron al activista el derecho a continuar con su caso en el Reino Unido, después de que el Gobierno de EEUU no haya conseguido ofrecer todas las garantías exigidas por el tribunal para autorizar su extradición. En un dictamen publicado en marzo, los jueces reclamaron a la administración estadounidense que garantizara que, en caso de ser entregado a la justicia de ese país, el activista no sería condenado a la pena de muerte, no se vería perjudicado por su nacionalidad y estaría amparado por la Primera Enmienda, que protege el derecho a la libertad de expresión.
El Gobierno estadounidense garantizó que Assange no será condenado a la pena de muerte pero no ofreció garantías en la no discriminación del activista por motivos de nacionalidad. Los jueces señalaron el pasado marzo que, al no tener nacionalidad estadounidense, existe la posibilidad de que no cuente con los mismos derechos ante la justicia de ese país, lo cual vulneraría las protecciones de la Convención Europea de los Derechos Humanos. Los abogados del Gobierno de Washington aseguran que Assange puede plantear la posibilidad de ser protegido por la Primera Enmienda y confiar en que la justicia lo permita, pero sostienen que la decisión final depende de los jueces.
El tribunal consideró, por tanto, que los derechos del fundador de Wikileaks no están plenamente protegidos en caso de ser extraditado y le dio la oportunidad de presentar un recurso total a su extradición en el Reino Unido. Algo que celebraron los cientos de personas concentradas ayer frente a los juzgados en Londres, así como su equipo legal. «Lo ocurrido hoy marca un punto de inflexión», aseguró la esposa del activista, Stella
Assange. «Todo el mundo puede ver lo que está ocurriendo. El caso de EEUU ofende nuestros principios democráticos, nuestro derecho a la información y es un ataque contra todos los periodistas», añadió ante un público eufórico.
Delitos de espionaje
Assange ingresó en 2019 en la prisión de Belmarsh, en el este de Londres, tras perder la protección diplomática del Gobierno de Ecuador, en cuya embajada se refugió en 2012. Desde entonces ha batallado en los juzgados para evitar la extradición, en un proceso que se ha alargado durante cinco años y que ha tenido un fuerte impacto en su salud física y mental, según su esposa. «Estamos aliviados como familia de que el tribunal haya tomado la decisión correcta. ¿Pero cuánto más puede durar esto? Nuestro hijo mayor cumplirá siete años y todos los recuerdos de su padre están en la sala de visitas de la prisión de Belmarsh», dijo Stella Assange, quien pidió su liberación inmediata y una compensación justa, incluido el premio Nobel.
Por ahora, la posibilidad de que Assange sea liberado sigue siendo remota, ya que todavía tiene que ganar el recurso contra la totalidad de su caso en el Reino Unido. La única opción para cerrar la causa contra él está en manos del Gobierno estadounidense, que podría retirar los cargos. La administración de Joe Biden abrió la puerta a esta posibilidad, según medios estadounidenses, tras recibir presiones del Gobierno de Australia, país de origen de Assange. El Parlamento de ese país aprobó a mediados de febrero una moción para reclamar el cierre del caso y el regreso del activista a Australia, unos pedidos a los que se han sumado cerca de una docena de países, ocho de ellos europeos.
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