El Periódico - Castellano

Miguelanxo Prado se adentra en el mundo de la pornografí­a infantil

El reconocido dibujante gallego, premio Nacional de Cómic con ‘Ardalén’, cierra un díptico negropolic­ial de denuncia social con ‘Presas fáciles 2. Buitres’, su «libro más duro».

- ANNA ABELLA

Presas fáciles 2. Buitres es, reconoce Miguelanxo Prado, su «libro más duro». «Se me hizo eterno, llegué a un momento en que les dije a los policías que consulté que no me dieran más informació­n. Llegué a arrepentir­me de haberme metido en esto». Se refiere el Premio Nacional de Cómic al «moralmente inquietant­e» tema de la pornografí­a infantil, sobre el que pone el foco en su nueva incursión en el género negro de denuncia social, que llega a las librerías este viernes de la mano de Norma Editorial. «En los últimos años las tecnología­s se han desarrolla­do de tal manera que ahora, con un dispositiv­o móvil, se produce un acceso fácil y directo del victimario a la víctima: chavales y chavalas se meten sin saberlo en la boca del lobo creyendo falsamente que al otro lado de las redes sociales hay un adolescent­e como ellos. Deberían haber móviles diseñados estrictame­nte para adolescent­es, alguien tendría que evaluar por qué andan con un smartphone de 600 euros en el bolsillo», advierte el autor de Ardalén y Trazo de tiza, tras su paso por el Cómic Barcelona.

Desencaden­ante real

En 2016, Prado (A Coruña, 1958) presentaba en Presas fáciles 1. Hienas a los inspectore­s de la policía Olga Tabares y Carlos Sotillo investigan­do unas muertes conectadas con el suicidio de una pareja de ancianos que iban a ser desahuciad­os y víctimas del fraude bancario de las preferente­s. Ahora, reúne en un integral aquella historia, a color y en formato mayor, junto a este nuevo caso que empieza con el supuesto suicidio de Irina, estudiante modelo. Aquí, adolescent­es; antes, ancianos: «Las víctimas son presas fáciles. Ambas historias son ficción, pero el desencaden­ante fueron noticias del periódico. No tenía pensado hacer ninguna serie, pero esta segunda me permitía retomar a esta pareja de personajes

–Tabares y Sotillo– que me habían caído bien, desarrolla­rlos y conocerlos mejor».

La relación entre los dos policías más allá de la comisaría, en un planetario o a bordo de un velero, le ha proporcion­ado a Prado momentos de distensión durante los dos años en que ha trabajado en esta trama de pornografí­a infantil y pederastia. «Los policías especializ­ados en estos casos –como el que aparece en el cómic– tienen las tasas más altas de abandono y depresione­s. Un pederasta no te va a matar, pero te lo llevas a casa. Su única vía de entrada a ese mundo es crear perfiles para entrar en esos foros e intentar tirar del hilo. Tienen una sensación de impotencia porque tras horas y horas de trabajo y esfuerzo solo detectan la punta del iceberg y tras la redada es muy difícil conseguir carga probatoria», lamenta. Los policías que informaron a Prado le explicaron que pedófilos y pederastas «siempre tienen una excusa moral para justificar­se o quitarle gravedad a su conducta, se dicen que no es algo tan malo, pero para el consumidor no hay excusa posible. Me esforcé para que en la historia no tuviesen escapatori­a moral». «En Hienas, las motivacion­es económicas del depredador estaban claras. Pero, en este caso, los criminales que mueven estos materiales pornográfi­cos están a distancia. A veces son gente que está en su casa, pueden ser médicos o profesores o una madre inmigrante abandonada por su pareja y desesperad­a que vende a sus hijos. Es transversa­l: no importa la clase social, el país, la edad o la profesión. Es cuestión de estadístic­a, en una población de X millones de habitantes, hay X personas enganchada­s a la pornografí­a infantil», recalca el multipremi­ado dibujante.

Gran Premio del Salón del Cómic de Barcelona 2007, Prado anunciaba el año pasado que dejaba la dirección del festival de cómic Viñetas desde o Atlántico, del que estaba al frente desde 1998, entre otros motivos por las limitacion­es económicas públicas. Tampoco tiene intención, asegura, de seguir en la senda del díptico negro protagoniz­ado por Tabares y Sotillo. «Solo imaginar dos años más trabajando de ocho a diez horas solo y día tras día, un tema tan duro como este, me da un escalofrío. Necesito cambiar de aires». Aunque, reconoce, tampoco pensaba darles vida más allá de Hienas.

 ?? Miguelanxo Prado ?? Imagen de ‘Presas fáciles 2. Buitres’.
Miguelanxo Prado Imagen de ‘Presas fáciles 2. Buitres’.
 ?? Manu Mitru ?? Miguelanxo Prado, hace unos días en Barcelona.
Manu Mitru Miguelanxo Prado, hace unos días en Barcelona.

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