El Periódico - Català - Dominical
'Elisa y Marcela' y las campanas de Bastavales
a escribir un ensayo sobre ellas que, sin eludir un tono crítico, defendió su inteligencia y arrojo. Y, sin embargo, tras leer esos cientos de artículos, el ensayo, la novela y el concienzudo y completísimo libro que el historiador Narciso de Gabriel les ha dedicado, no puedo evitar la sensación de que todo lo que sabemos de ellas es nada. Las fake news o directamente las calumnias también llenaban la prensa de la época, y muchas de las afirmaciones que se publicaron como verdades incuestionables suenan a invención. Escribiendo el guion de la película, visitando los lugares en los que vivieron, viendo la admiración y el desdén a partes iguales que la mera evocación de su historia provoca en la gente, Elisa y Marcela se acercan a mí con una tonelada de cuestiones que se hacen más y más complejas, cuanto más sé de esta historia. Rodando y recreando cada día fragmentos de su vida, estas dos mujeres encarnadas con amor y devoción por Natalia de Molina y Greta Fernández me resultan cada día más fascinantes. No pretendo que lo que mi película cuenta sea lo que realmente pasó, y forzosamente he tenido que fabricarles una vida cotidiana, una forma de amar y moverse y luchar y sufrir y reír y gozar. Nadie puede afirmar si una amaba y la otra se dejaba querer o era al contrario, si urdieron el engaño a la Iglesia para estar juntas o para cubrir el embarazo de Marcela. Hoy mientras rodamos en Bastavales y suenan las campanas del poema de Rosalía, alguien me pregunta si ellas, Elisa y Marcela, estuvieron aquí y sólo puedo contestar que no lo sé, pero que, de haber estado, les
La historia que estoy contando, 'Elisa y Marcela', está inspirada en las vidas de dos mujeres que se amaron y se casaron en 1901
habría gustado este lugar único y este cielo inmenso que se abre ante nosotros desde el campanario, y estas rosas henchidas de agua de lluvia que se balancean con el viento.