El Periódico - Català - Dominical
El popular juego de mesa cumple 70 años
El Scrabble acaba de cumplir 70 años y sigue en plena forma. Con más de 150 millones de juegos vendidos en 121 países y traducido a 35 idiomas, cuenta con una versión en braille, campeonatos mundiales –España, siete títulos–, clubes por todo el mundo y su propia federación internacional. Este éxito, sin embargo, no fue una conquista sencilla. Alfred Mosher Butts, arquitecto enviado al paro por la crisis que sacudió EE.UU. en 1929 y aficionado a los crucigramas, pasó una década ideando juegos para salir de la penuria. El mundo ignoró su primer diseño: Lexiko, pero él era un hombre tenaz. Afiló la idea, adjudicó una puntuación a las letras del juego tras analizar la prevalencia de cada una en la portada de The New York Times y en 1938 lanzó Criss-Cross Words. Tampoco vendió mucho, pero reunió a una reducida legión de seguidores. Uno de ellos, James Brunot, le compró los derechos –Butts recibiría regalías–, cambió el nombre por Scrabble y en diciembre de 1948 lo registró. Pasados cuatro años estaba a punto de tirar la toalla, pero entonces Jack Strauss –presidente
Se han vendido más de 150 millones de juegos en 35 idiomas
de Macy's– echó una partida en sus vacaciones y no tardó en dar la orden que lo cambiaría todo. En un año, un millón de juegos. Al año siguiente, cuatro millones. Canadá, el Reino Unido, Australia..., la fiebre se extendía por el planeta. Butts murió en 1993. No se hizo rico, pero disfrutó de la popularidad de su invento. Hoy, solo el Monopoly lo supera como el juego más vendido de la historia.